Un grupo de jóvenes se adentran en la montaña en busca del hotel donde, años atrás, un chico desapareció. Ignoran que este chico sigue vivo, y se ha convertido en un asesino.
Crítica
Puntuación del crítico: 6
Estamos ante la última entrega del mejor slasher noruego hasta la vista. Las tres películas están dirigidas por tres directores noveles noruegos. La primera fue una gran sorpresa, funciono bastante bien y fue comercializada, llamándose aquí en España ‘Cold Prey: fanáticos del snow’, un titulo algo ridículo pero ya sabemos como son aquí de graciosos poniendo títulos. Este director a filmado otra película llamada ‘Flukt: en los tiempos de la peste’ que tiene buena pinta la verdad.
Todos pensábamos que la segunda entrega seria algo peor y además con el cambio de director nos olíamos lo peor, pero cual fue la sorpresa que consiguió volver a sorprender y mejorar la primera parte con más dosis de terror e incluso humor.
Pero se acabo lo bueno, hay que decir que esta es la peor de la saga pero no por ello es mala, estamos ante una tercera entrega y pocas terceras partes son buenas y mas cuando las dos anteriores tienen el listón un poco alto, además de ser una precuela que para bien o para mal suena, ya no sabemos como seguir la historia y pasamos de complicarnos la vida.
La cinta no decae en ningún momento, los primeros diez minutos veremos la dura vida de un niño que se convierte en asesino, para mi es poco creíble, pero eso es lo de menos, aquí venimos a ver muertes y a pasar un mal rato. Después nos encontraremos con los típicos jóvenes que se van de acampada e iremos conociéndolos un poco hasta que empieza el festín de muertes. Aunque esta saga realmente no despunta por las muertes sino por su intriga y suspense, los momentos de tensión. No nos vamos a encontrar con muertes originales ni mucho menos y si tienen que morir de un disparo así será.
Lo dicho, la película no decae y si tengo que decir algo a favor por encima de las otras dos anteriores que son mejores, seria que esta se hace mas rápida y ligera.