Dos padres. Una familia. Comienza el juego
Padres por desigual
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Título original | Daddy’s Home |
Nacionalidad | Estados Unidos de América |
Año | 2015 |
Género | Comedia |
Formato | Color |
Duración | 96 |
Director | Sean Anders |
Guión | Brian Burns, Sean Anders, John Morris |
Fotografía | Julio Macat |
Música | Michael Andrews |
Producción | Paramount Pictures |
Reparto | Will Ferrell, Mark Wahlberg, Linda Cardellini, Thomas Haden Church, Bobby Cannavale, Hannibal Buress, Paul Scheer, Cedric Yarbrough, LaMonica Garrett, Jamie Denbo, JoAnna Wortham, Christopher Heskey, Billy Slaughter, Nikki Fuega, Mark L. Young, John Cena |
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Sinopsis | Brad Taggart, un ejecutivo que acaba de casarse, intenta por todos los medios ganarse el afecto de los hijos de Sarah, pero le resulta muy difícil porque los niños echan mucho de menos a su padre. Las cosas se pondrán peor con el regreso de Dusty, ex marido de Sarah y padre de los dos niños. Entre ellos surge una fuerte rivalidad: uno intenta integrarse en su nueva familia, el otro pretende reconquistar a su ex esposa y a sus hijos.
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Crítica | Puntuación del crítico: 6 | Reconozco, y no es la primera vez que lo hago ni la última, que me encanta Will Ferrell, ya no sólo él como actor o persona, sino su cine de humor al completo, el tipo de comedia que nos regala y los gags a los que les saca cien por cien provecho. Como Adam Sandler, Ben Stiller y la familia Apatow, con los que ha trabajado más de una vez con magníficos resultados (vale, quizás menos con Sandler por temas de que éste ya tiene su cuota fija de amiguetes con los que currar, al igual que los de Apatow), Ferrell tiene su propio cosmos alrededor, un universo repleto de secundarios, historias y gags tan concretos como fácilmente reconocibles a estas alturas, tanto por la gran cantidad de películas que se han realizado alrededor como por el enorme número de fans que posee. Y aunque en la mayoría de producciones Ferrell (sí, mete tanta mano en ellas como Stiller y Sandler, precisamente para dejar su sello intacto) de los últimos tiempo se nota que el actor continúa mejor que nunca, hay algunos títulos que se pierden en un maremagnum de clichés y escenas flojitas. Este es el caso de "Padres por desigual", que por cierto, es de esos filmes que nos llegan a España con un título que poco tiene que ver con el original. La imaginación de los traductores de títulos de comedia no tiene límites, amiguetes.
Lo curioso de "Padres por desigual" es que lo tiene todo para ser uno de los mejores trabajos de la filmografía de Ferrell, pero no sólo acaba haciéndose muy repetitivo, sino también desaprovechado por el reparto y el argumento. Además, ¿no parece que Ferrell ya ha hecho el mismo papel antes pero con mejores resultados? Precisamente, cuando la película se levanta es cuando al personaje de Ferrell le tocan tanto los bajos que se harta, pasando a la ofensiva contra el personaje del siempre bienvenido Mark Wahlberg, uno de esos actores todoterreno que ya ha demostrado con creces que es capaz de encarar un drama, ser un héroe de acción o hacernos desternillarnos a base de bien. Eso ocurría, por ejemplo, en "Los otros dos", donde hacía equipo con Ferrell, y que funcionaba bastante mejor a todos los niveles que esta "Padres por desigual", y no sólo por cachondearse de las cintas de acción, sino porque el equipo que hacían era de diez, con ese Ferrell como policía encorsetado en las normas pero con un pasado oscuro, y Wahlberg como ese agente continuamente enfadado y con ganas de entrar en acción a la mínima. A pesar de lo que pueda parecer, aquí no se limitan a repetir papeles, aunque los roles se parezca, sobre todo a la hora de enfrentarse, estando Wahlberg bastante desaprovechado.
En general, "Padres por desigual" es entretenida, y es verdad que tiene algún que otro momento realmente descacharrante. Para recordar tenemos toda la parte del partido de baloncesto, los cuentos de Wahlberg a los niños, todo el tema del perro o cuando el personaje de Ferrell pasa a la ofensiva, que es en realidad cuando empieza la película, y eso ocurre casi a su mitad, dando a pensar que quizá con un menor metraje el resultado hubiera sido mejor. Wahlberg a veces se limita a posar y pasear palmito, mientras que Ferrell sólo a sufrir, siendo los mejores momentos, insisto, cuando ambos se enfrentan en igualdad de condiciones. Y lo cierto es que el filme tiene cierto aire de los 80 que recuerda a muchas otras cintas similares donde el nuevo se enfrenta al que ya estaba por un puesto muy concreto. En este caso hablamos del papel de padre (atentos a cómo los niños tratan al personaje de Ferrell, porque es otro gran acierto), pero bien podríamos referirnos a jefa de animadoras, canguros, jefes de empresa o secretarias. No me importa que el argumento sea de los más manidos, pero también es cierto que llega un momento en el que alargarlo no de más de sí. Padre biológico vuelve para quitarle su puesto al padrastro. Sencillo, ¿verdad? Y no por ello debe ser malo. El problema es que el filme tira a lo fácil, dejando ese gamberrismo que esperábamos de él, esa mala baba que casa con los actores protagonistas, y deja pasar una gran oportunidad para irse a por la comedia para pasar el rato... y olvidar al poco de su visionado.
Los secundarios que aparecen por la historia son otros de los aspectos positivos del título, estando bastante aprovechados, aportando ese toque de descanso con respecto a los protagonistas que a veces se necesita en una película de estas características, donde todo avanza según el enfrentamiento entre ellos. Tenemos, por ejemplo, a la guapa y talentosa Linda Cardellini, a la que echo mucho de menos en proyectos como éste, o simplemente en el cine, así que a ver si las productoras se aplican y la invitan a más películas para la pantalla grande. El otro gran secundario del filme es Thomas Haden Church, esa máquina de interpretar tan todoterreno como el propio Wahlberg, que se mete aquí en la piel del jefe del personaje de Ferrell, destacando con sus estrambóticas historias sobre sus antiguas esposas. Se echa en falta algún que otro secundario más, aunque quizás eso hubiera abultado demasiado la historia, una historia que, al fin y al cabo, se pivota en dos personajes, los dos protagonistas y el enfrentamiento que tienen desde el primer encuentro. Quizás incluso antes si contamos esa incómoda llamada por teléfono que comparten. ¿Y cómo olvidar la brutal aparición de John Cena que presagia una cachonda segunda parte? Sin duda, entre lo mejor del filme se encuentra su final. ¡Siempre existe un pez más grande en el mar!
Resumiendo, "Padres por desigual" está bien y no lo está. Está bien porque es una cinta entretenida, divertida a ratos, con escenas para el recuerdo, un buen reparto (el equipo Ferrell-Wahlberg funciona incluso en las peores situaciones), grandes secundarios y esos toques del humor Ferrell que tan descacharrantes resultan, sobre todo para sus fans. Sin embargo, precisamente le falta esa mala baba que tienen los mejores filmes de Ferrell, y eso que el argumento principal tiene los suficientes huecos como para usarla en ellos. "Padres por desigual" está más cerca de una comedia para andar por casa que por un título que resalte en la filmografía de alguien como Will Ferrell, y ya si nos ponemos, también en la de Wahlberg, tan extensa como interesante, y llena de comedias mucho mejores que ésta como la mencionada "Los otros dos", con la que me quedo por encima de "Padres por desigual", que no es mala, pero sin duda muy olvidable tras su visionado. Alimenta, pero no engorda.
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The Stranger | |
Ficha de Película enviada por The Stranger el 22 de Octubre de 2016 |
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