Nuestro protagonista es un joven doctor que atiende a su primera paciente. Ésta a pesar de tener un tumor benigno que no requiere ni intervención está obsesionada con la muerte. Incluso llega a creer que otro paciente que vagabundea por su planta es la encarnación de la muerte. Esto es a causa de que el joven padece una extraña deformación. El doctor que está encargado del caso de este paciente le explica al protagonista la dolencia que padece, un trastorno mental que comenzó con el pánico a unos sueños que según contaba el enfermo se alargaban noche tras noche. Pero estos trascendían mas allá de la noche en que se desarrollaban y comenzaban a afectar el aspecto físico del mismo hasta la monstruosidad actual. La obsesión de su medico se extiende desde el puramente científico hasta al afectivo que lo relaciona con una novia suya de la juventud. Un paralelismo entre la muerte de la misma y el mundo de los sueños en que se sumerge cada noche el desgraciado joven. Una noche el joven no despertará de su sueño dejando una cáscara vacía con unos simples cristales rojizos como recuerdo de su alma. Ello será el inicio de una deseada solución por parte del veterano doctor y el de una pesadilla para nuestro protagonista.
Crítica
Puntuación del crítico: 7
El film es un cuento, una leyenda de esas que tanto le gustaba escribir a Edgar Allan Poe, un escritor obsesionado con la muerte, los sueños y el amor, un conjunto de elementos que coincide con las bases en que se cimenta el film. Poe tenia miedo a despertarse dentro de una tumba dados los problemas de corazón heredados de su familia y que provocaban una falsa muerte. Tumba o sueño todo se resume a dejar una existencia, un pasado unido a unos recuerdos y un futuro que arrastra un presente.
La pelicula es como una pesadilla dentro de otra pesadilla. Las situaciones son tan incoherentes y terrorificas que no sabes si desquiciarte o reirte. Desde el terrorifico inicio, y es que si a mi me entra semejante cosa en mi habitación me da un patatus, ni se me pasaria por la cabeza que es un paciente del hospital. Pero está pelicula va más alla del terror y toca el tema de los sentimientos y del amor.
Como fábula perversa su trama se introduce en terrenos fantásticos con las lógicas connotaciones inquietantes pero sin cruzar nunca las fronteras del terror. Higuchinsky utiliza recursos simples, una banda sonora pobre y realizada a imagen y semejanza de los populares cortes musicales de los videojuegos nipones de terror en base a tristes "toques" de piano. Y todo ello con la única idea de, además de divertirnos, no dejarnos ver las carencias de una producción realizada para la televisión.
Es una de esas peliculas que nos deján utilizar nuestra imaginación y tener nuestra propia conclusión, para algunos será insatisfactorio, pero a mi me dejo una buena sensación.
Chema
Ficha de Película enviada por Jack Skeleton el 13 de Marzo de 2004