Aventuras detectivescas orientales de un decorador de interiores y un detetive privado contra la mafia.
Crítica
Puntuación del crítico: 1
Intenten imaginarse una película japonesa de serie B y reciente factura (año 2000).Mézclenla con el estilo chabacano y vulgar de Torrente.Añádanle secuencias de lucha al estilo de Jackie Chan pero cutres, cutres, cutres.Y satúrenla con músicas que no pegan ni con cola.Eso es "Tokyo Raiders".
Pura inmundicia cinematográfica perteneciente al género detectivesco.Una parodía psicodélica de James Bond con todos los defectos del cine oriental de acción (movimientos de cámara de vértigo, conversaciones rapidísimas, interpretaciones inexistentes) en donde cada página del guion es un delirio constante. La historia, como es obvio, no tiene ningún sentido.Los personajes aparecen y desaparecen sin lógica.Los diálogos carecen de coherencia alguna.Pero todo ello importa poco, pues dudo que alguien se moleste en seguir el argumento.Aquí lo único interesante es la música y el montaje, totalmente de psiquiatra, en donde se intercalan aceleraciones y ralentizaciones para crear escenas "a lo Matrix" por la vía perra.
Por su parte, la música destaca de manera increible, pues todo el metraje está plagado de canciones y melodías que pegan tiros.Una auténtica sandez que alcanza su cénit en las escenas de artes marciales, en donde las composiciones flamencas, las guitarras españolas y las castañuelas son insertadas de forma permanente. No cabe duda de que el director estaba flipado con la cultura andaluza.¿Quién compuso la partitura? ¿Los del Rio?
Lo más increible es que, es tan mala, que te echas unas risas tontas.
En resumen: Torrente a la japonesa, pero con menos caspa y una música totalmente delirante.Esta obra no debería faltar en la videoteca de ninguna escuela de cine.No en vano, se aprende más sobre cine visionando esta basura que "Casablanca".
Ficha de Película enviada por RealWimper el 21 de Marzo de 2004