El juego de las Mentiras.
La Ardilla Roja
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Título original | La Ardilla Roja |
Nacionalidad | España |
Año | 1993 |
Género | Drama |
Formato | Color |
Duración | 114 |
Director | Julio Medem |
Guión | Julio Medem |
Fotografía | Gonzalo Fernández-Berridi |
Música | Alberto Iglesias |
Producción | Sogetel / Sogepaq |
Reparto | Nancho Novo, Emma Suárez, Maria Barranco, Carmelo Gómez, Karra Elejalde, Cristina Marcos, Monica Molina, Ana Garcia, Elena Irureta, Susana Garcia, Ane Sánchez, Maite Yerro, Txema Blasco, Chete Lera, Gustavo Salmeron, Susana Hernández, Jose M. Sacristán, Andreas Prittwitz, Roberto Cairo, Mikel Laskurain, Maite Jiménez, Amaia Merino, Amaia Lizarralde, Teresa Calo, Eneko Irizar, Sarai Noceda |
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Sinopsis | En una noche de verano Jota (Nancho Novo), desesperado por el abandono de su gran amor, intenta suicidarse arrojándose al mar. En ese momento ve caer en la arena de la playa a una chica (Emma Suárez) que ha tenido un accidente de moto. A consecuencia del golpe la joven sufre una amnesia total, no recuerda ni su nombre. Jota, aprovechándose de esta situación, le hace creer a la chica que se llama Lisa y que es su novia desde hace cuatro años. Tras escapar del hospital la pareja se retira a un camping llamado La Ardilla Roja. Allí Lisa intentará recuperar su memoria. A su vez Jota procurará por todos los medios que nadie descubra su embuste.
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Crítica | Puntuación del crítico: 10 | Impresionante segundo largometraje del genial director donostiarra.
Es, sin lugar a dudas, su obra más oscura, misteriosa y enrevesada. En algunos momentos sus personajes rozan, incluso, lo esquizoide. A pesar de ser uno de sus primeros ejercicios en el mundo del Cine, no me parece inferior que sus mejores películas. En muchos aspectos, sobre todo en los que exploran la personalidad de sus personajes, puede ser incluso superior a posteriores largometrajes. Su estilo, a pesar de que en estos comienzos fuera algo más "bruto", se puede mascar en todas y cada una de las escenas.
Adentrándose en una aparente confusión, y mediante un desconcertante pero a la vez preciso guión, Medem nos narra una historia de mentiras, de engaños, un Mundo de amores escabrosos que gira en torno a unas personas que buscan una forma de lograr su Identidad perfecta. Los protagonistas, más lejos de ese juego amoroso de mentiras, buscan una forma de satisfacer sus necesidades más profundas. Todos buscamos ese "cariño" y esa cercanía en los momentos más bajos.
En ese delirio sexual y pasional del camping, en ocasiones "sucio", Medem cubre las relaciones de simbolismos poéticos y metáforas visuales. En la punta de esa terrible confusión se encuentra el símbolo de la Ardilla, muy bien ajustado por parte de Julio Medem. Esa ardilla tan lista, que se esconde a los ojos de los hombres, miente cuando giran la cabeza a otro lado... encaja magistralmente con el personaje de Sofia. Soberbio.
El director donostiarra sabe como nadie captar esas sensaciones, esos sentimientos tan profundos que en ocasiones llevamos dentro, y los plasma en la pantalla como si de un cuadro abstracto se tratase. Ese mágico desconcierto que puede crear en ocasiones llega a encajarse como las piezas de un rompecabezas. Todo envuelto en el manto de una poesía visual lírica y caótica, pero mágicamente ordenada.
Es maravilloso cómo este director juega con los laberínticos recorridos de la mente humana, sobre todo en este film. La complejidad de su contenido queda reflejada como muy pocos sabrían hacerlo. Confusión, misterio, pasión desbordante, sexo, mentiras, realidad, fantasía... todo lo que la capacidad mental humana esconde.
Y eso es lo que hace Julio en esta Obra Maestra, inserta nuestras más profundas fantasías en un Mundo Real. Relata de forma poética y mágica los problemas que en una Vida cotidiana pueden surgir, los transforma en algo más que Arte. Así es el Cine de casualidades de Medem, fuera de toda Realidad, pero al mismo tiempo en pleno contacto con ella.
Cambiando un poco de tercio, en el plano técnico destacar el maravilloso montaje de muchas de sus escenas. Ya desde un comienzo, la escena vibrante del accidente llega a poner los pelos como escarpias. Toda esa extensión oscura y misteriosa de pefectos planos está lograda de una forma sublime, a pesar del poco presupuesto aparente de la obra. Los parajes del pensamiento de Sofia en el camping "La Ardilla Roja" son inolvidables, se pueden sentir incluso cerca, llegar a palpar con nuestras manos. Destacables son los momentos enlentecidos que paralizan e hipnotizan nuestros sentidos, que recorren los árboles y huyen hasta el rumor del sensual movimiento del pantano, ese rumor nocturno tan pasional y sensual. Impresionante cómo Medem juega con esas escenas y logra salir más que airoso.
En ese mismo sentido, la escena onírica en la que Nancho Novo, Emma y Carmelo Gómez se encuentran en un paraje desierto es sencillamente abrumadora. Plagada de profundidad tanto escénica como verbal.
Tampoco hay que olvidar una de las escenas finales del film, en la que Nancho se encuentra mirando una fotografía. Simplemente pensarlo me pone los pelos de punta, me viene a la mente esa movilidad mística que adquiere la estática fotografía. Asimismo, algunos momentos en los que Felix adorna sus sentimientos con frases de una crudeza poética palpable resultan sumamente sugerentes.
Y hablando de fotografía, la de este film está bastante lograda, a cargo del ya conocido Gonzalo F. Berridi. Las vistas del pantano son preciosas. En cuanto a la música, destaca, como ya es habitual Alberto Iglesias. Sobre todo ese misterioso y genial videoclip del grupo de Jota "Las Moscas".
En el plano interpretativo, tenemos a un Nancho Novo y una Emma Suárez en estado de gracia. Ambos están perfectos, sobre todo esta última. Se amoldan de manera soberbia al papel oscuro y profundo propuesto por Julio Medem. También destacable el papel esquizoide de Carmelo Gómez, con un Felix que roza los límites de la locura pasional (nunca se me borrará de la mente la escena en la que se pega un tajo en la cara, me llegó a sobrecoger).
En fin, estamos ante una historia de amor compleja basada en la mentira, que toca muchos géneros cinematográficos. Incluso Medem se atreve a insertar varios momentos de humor, cosa no muy presente en su Cine. Si estás preparad@ para vivir un mundo repleto de diálogos majestuosos y profundos, lleno de hipnotismo sugerente, esta película te gustará. Si no te gusta el misticismo del "Universo Medem" puede que te resulte algo lenta.
Resumiendo, prepárate para cerrar los ojos y soñar, dejarte llevar por las pinceladas con las que Julio Medem traza su Cine "abstracto" y hundirte en un Cuento surrealista en un paraje oscuro, lleno de pasión y deseo. Aunque por ello parezca enrevesada, al final todos los caminos acaban uniéndose. La Realidad te persigue y acabará saliento a flote.
Otro 10 al cine de Julio Medem. Una obra a la que se le pueden dar varios visionados, y en cada uno de ellos descubrirás cosas nuevas y sentirás nuevas sensaciones. Lo mágico de su cine.
Sensacional.
Saludos.
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Moonlight-Shadow | |
Ficha de Película enviada por Zerkalo el 1 de Junio de 2004 |
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