Mike McDermott es un gran jugador de cartas que frecuenta el submundo del póker neoyorkino con apuestas de altos vuelos. Su sueño es cambiar de vida mediante el juego, pero decide que el camino más legítimo para conseguir el éxito es continuar con su aburrida vida de estudiante de derecho al lado de su novia Jo y olvidarse de la emoción y diversión de los garitos de póker. Pero un viejo amigo suyo Worm, sale de la cárcel y Mike tendrá que volver al mundo de los profesionales para ayudarlo.
No hay mucho que decir sobre esta película. No aporta nada nuevo, ni nada quedará grabado en nuestras retinas después de verla. Aún así es una película la mar de entretenida. Ideal para pasar un rato sin pensar demasiado. Se sustenta en una buena aunque poco original historia, un buen guión que hace que nos metamos de lleno en la partida de poker, y unas buenas actuaciones. El filme cuenta con un más que aceptable cartel, entre los que está el polifacético -y siempre genial- Edward Norton.
Muy entretenida cinta que se deja ver gracias a un impresionante reparto, ya que la historia está mil veces vista y sabida. Destacar la brillante interpretación a cargo de Edward Norton, un actorazo con todas las letras.