En 1913, Gregorio Valero Contreras y León Sánchez Gascón, amigos y vecinos de Osa de La Vega (Cuenca) son detenidos como autores de la muerte de un pastor de oficio y compañero de los anteriores. Torturados hasta admitir un crimen que nunca comitieron, son encarcelados...
Crítica
Puntuación del crítico: 8
Esta película estuvo censurada un par de años en plena transición, y tras su estreno alrededor de 1980, corrieron ríos de tinta. La tortura y su denuncia estaba expuesta de una manera clara, y su directora, Pilar Miró, fue procesada y apunto estuvo de terminar en la cárcel, por, según algunos enterados, politizar sobre el tema. Retrato costumbrista de la España campesina y profunda, donde reinan la incultura, el hambre y la crueldad de aquellos que utilizan métodos drásticos para hacer "su" justicia, como el malicioso juez encarnado por Alterio y el cacique interpretado por Fernando Rey. Obligados a asumir un crimen que nunca cometieron, todo se destapará cuando el presunto muerto aparezca años después. Pero el daño está hecho para entonces. La escena final con el reencuentro de Gregorio y León (que se dan cuenta de que no debieron sospechar el uno del otro) bajo la atenta mirada de la gente del pueblo es sobrecogedora. Toda la película está marcada por una tensión y austeridad (sobre todo en las escenas de la cárcel donde los protagonistas son brutalmente maltratados-terrible la escena de las uñas y el de las tenazas arrancándo el bigote-) que no dejará impasible a ningún espectador.
Por Myers
Ficha de Película enviada por Myers el 9 de Marzo de 2005