A finales del siglo XIX, un grupo de mineros decide crear una sociedad secreta (The Molly Maguires), encaminada a cometer sabotajes y presionar a los patrones para que mejorar sus condiciones laborales. Un detective secreto se infiltrará entre ellos para acabar con sus acciones.
Crítica
Puntuación del crítico: 9
A principios de los 70 una serie de películas cambiaron las pautas del cine norteamericano aparcando las buenas maneras y poniendo el grito en el cielo ("Perros de Paja", "Johnny cogió su fusil", "La última película", "Deliverance", "La naranja mecánica", "El Exorcista" y esta "Odio en las entrañas"). Era el momento de mostrar la violencia tal cual, cruel, despiadada y revolucionaria, pero también incitar a la reflexión. Martin Ritt lo entendió a la perfección y dibujo un más que notable drama social, donde se diseccionaban las reacciones de un humilde grupo de mineros al sentirse explotados y su relación con un detective que se infiltra entre ellos para intentar desarmarlos. De lo mejor de su época, con un final seco, personajes que se cuestionan continuamente, una fotografía soberbia al igual que la música de Mancini y una narración precisa. En el reparto, Sean Connery en uno de sus papeles realmente importantes, un Richard Harris inigualable y unos secundarios sólidos, entre ellos Samantha Eggar, una chica dura de roer. Como las películas citadas, causó bastante revuelo por su fracaso económico, su trasfondo crítico y su violencia sin concesiones. Un título a rescatar, al igual que su director.
Por Myers
Ficha de Película enviada por Myers el 10 de Agosto de 2005
Maravillosa película (muy probablemente la mejor de su director), con la constante presencia de la sombra de la "Caza de brujas", que Ritt y Bernstein tuvieron que sufrir años atrás. Quizás lo único que se le puede achacar es cierta previsibilidad en el desarrollo de la primera parte. Por lo demás, impecable. Sean Connery y Richard Harris deslumbran.
Formidable película de Martin Ritt y el guionista Walter Bernstein. Profunda y reflexiva, de esas películas que continuan una vez acabadas. El guión es magnífico y las interpretaciones extraordinarias. Monumental Richard Harris. Hay que hacer hincapié en la maravillosa fotografía y la bella banda sonora de Mancini. El diálogo final entre Harris y Sean Connery es impagable. Un peliculón que me sumo a recomendar.