Tercera parte de la trilogía de Apu.
Cartel de la película
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Sinopsis | Apu ha logrado trágicamente su ansiada independencia y siente reforzada su ansia de conocimiento. Los deseos de escribir, soñar y amar parecen cumplirse al conocer a Aparna y contraer matrimonio con ella.
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Crítica | Puntuación del crítico: 10 | Ray concluye su maravillosa e inolvidable trilogía con esta preciosa y poética película. Me gusta menos que la primera pero más que la segunda, y aunque lo de las notas suele ser bastante impreciso, creo que es justo ponerle un rotundo 10. Otra vez nos encontramos con un film que aúna de manera magistral la poesía audiovisual y el cine social (Muy influido por Vitorio de Sicca y Rossellini), que en conjunto logran una obra de sutil pero firme denuncia de la terrible situación de las clases no-privilegiadas en la India, pero que también, al margen de esto, nos muestra preciosas y emotivas imágenes, de un poder visual arrollador, que expresan sentimientos acerca de la vida, el idealismo, la frustración, el dolor por la muerte, etc. La película se centra en su personaje principal, Apu, sin descuidar el retrato de quienes le rodean (su mujer, su amigo, su hijo), pero sin la complejidad de co-protagonismo casi coral de la primera parte (Cómo olvidar a Durga, a los padres de Apu, la abuela Indur y la evolución de cada uno de ellos...). La infancia suele ser la etapa más evocadora y sustanciosa de toda vida, y es normal que esos rasgos se hayan perdido (O cambiado por otros igual de admirables) en las secuelas. En fin, es sólo una cuestión de preferencias. La película posee una de las historias de amor más sutiles y bonitas que he visto. Sin necesidad de besos, escenas de sexo y efusividades o incisiones en el tema, Ray sabe crear un clima íntima y cálido de convivencia entre los dos amantes. Para mi recuerdo, quedan la hermosa imágen de Apu con su hijo a cuestas, avanzando hacia la estación mientras suena la hermosa partitura de Shankar y el frustrado intento de suicidio (Otra vez Shankar cumple su papel reforzando el sentimiento de dolor desgarrado del protagonista), todo un alarde de dirección, montaje y fotografía. Además, está muy bien interpretada en general. Una indiscutible obra maestra que cierra de manera insuperable una trilogía injustamente olvidada en comparación con la de El padrino, cuya calidad mutua es comparable (lo dijo sin sonrojarme). Lloré con el final.
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Waster | |
Ficha de Película enviada por Waster el 17 de Octubre de 2005 |
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