El mundo pertenece a Bond
007 James Bond: El Mañana Nunca Muere
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Título original | Tomorrow Never Dies |
Nacionalidad | Estados Unidos de América |
Año | 1997 |
Género | Accion |
Formato | Color |
Duración | 125 |
Director | Roger Spottiswoode |
Guión | Bruce Feirstein |
Fotografía | Robert Elswit |
Música | David Arnold, Frank Denson |
Producción | Metro-Goldwyn-Mayer, United Artists |
Distribuidora | Twentieth Century Fox |
Reparto | Pierce Brosnan, Jonathan Pryce, Michelle Yeoh, Teri Gotz Otto, Hatcher, Ricky Jay, Vincent Schiavelli, Judi Dench, Joe Don Baker |
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Sinopsis | Elliot Carver es un magnate de los medios de comunicación con ansias dominadoras.Sin embargo, su expansión mediática está encontrando serios problemas en un pais: China
Por ello, no se le ocurre nada mejor que falsear un ataque de la armada británica contra el ejército comunista con la sana intención de provocar así una guerra. Guerra que él, y solo él, cubrirá con sus medios de comunicación.
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Crítica | Puntuación del crítico: 6 | Enésima entrega de las aventuras del agente secreto menos secreto de todos los tiempos y segunda inmersión de Pierce Brosnan en la piel de James Bond.Una nueva edición en donde se aprecia un incremento de la acción desenfrenada, de las secuencias inverosímiles y de la espectacularidad en grado superlativo.Corren nuevos tiempos y los disparos por doquier y las influencias Jackie Chaneras se dejan sentir con intensidad.Buenas pruebas de ello son la persecución por las calles de Vietnam o la carnicería marina a bordo del barco invisible.Todo ello sumado a los cambios ya insertados en la anterior "Goldeneye" y que transformaron de forma considerable al ya cuarentón personaje de Ian Fleming.Pierce Brosnan, como era de esperar, cumple bien con su trabajo, aportando la formalidad y la estética exigibles para el personaje.Su talante irlandés, su caballerosidad y formalidad así como sus intachables gestos están a la altura de sus predecesores.Por desgracia, tanto los responsables de la historia como los guionistas, parecen haber ido sucumbiendo poco a poco bajo las presiones de los movimientos feministas, dando como resultado a un nuevo Bond que ya no es lo que era.Por lo pronto el jefe "M" fue sustituido en la anterior entrega por una sórdida y madura feminista cargada de rencor hacia los hombres.Una viperina sargentona, con más testosterona que sangre, cuya entrepierna tienden a abultar progresivamente con cada nueva película.La otrora dulce Money Penny más bien parece ahora una castradora nata aquejada por el síndrome de negación de la vagina.Una contestona chupatintas que no duda en blandir el estandarte del acoso sexual a la primera oportunidad.El resto de las féminas tampoco parecen haberse quedado a la zaga, siendo ahora un deporte nacional el dejar al agente británico con la palabra en la boca.Por cambiar, han cambiado incluso sus elementos más míticos.Así, sus legendarias conquistas han sido castamente recortadas e incluso su flema británica parece haber perdido la acidez de otros tiempos.Hasta los juguetitos de "Q", tiempo atrás ingeniosos y exclusivos de 007, son ahora plagiados y mejorados por los servicios secretos chinos.Por si esta empanada de novedades no estuviese ya suficientemente rellena, en esta nueva película a Bond lo han emparejado con su alterego femenino:Una agente secreta comunista, prima hermana de Bruce Lee y máquina de repartir hostias a mansalva.Una chinita de cuidado cuya principal afición, amén de distribuir guantazos, es poner a Bond como los palos de un churrero para, acto seguido, pararle los pies con ahinco lésbico.Como esta fiebre reformista no toque pronto a su fin, al agente de su graciosa majestad acabarán por sacarlo del armario.Que nadie se extrañe pues si, dentro de algunos años, 007 acaba protagonizando una tórrida escena de cama con un musculoso rubiales nórdico de ojos azules.En cualquier caso, y al margen de estas críticas, es de justicia reconocer que el nuevo Bond emite luz propia, dando lugar a producciones bastante potables.Al fin y al cabo, no todas las películas de 007 han sido precisamente joyas, no faltando entregas oportunistas y de discutible calidad.
En resumen: Megalómanos que han visto demasiada TV, barcos invisibles, sopapos por doquier y un Bond cada vez más descafeinado y sumiso.
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Ficha de Película enviada por RealWimper el 12 de Agosto de 2003 |
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