Secuela de "Henry, retrato de un asesino", en la que Henry consigue un trabajo en el que conoce a Kai, quien lo invita a quedarse en su casa. Mientras Kai le enseña a Henry todo lo que hay que saber para ser un pirómano, Henry hace lo mismo con Kai, poniéndolo al día de sus técnicas de asesinato a sangre fría.
Crítica
Puntuación del crítico: 3
Desde que vi el careto de Neil Giuntoli haciendo de Henry ya me dio la risa. Parecía una versión americana de Juan Echanove. Y a partir de ahí seguí riéndome una hora con unos cuarenta minutos. Pues si, antes de dirigir el biopic del asesino en serie Ed Gein, el señor Chuck Parello dirigió esta nefasta secuela de la inquietante y perturbadora película de John McNaughton. Siguiendo la atmósfera de Serie B que llevaba su antecesora, esta película alarga la carrera ficticia de Henry Lee Lucas (ya en la primera se distorsionaban varios aspectos de la realidad, por eso más que una biografía era el "Retrato de un asesino" y McNaughton utilizó los recursos que quiso para trasmitir el halo siniestro de patetismo que consiguió con creces). Aquí seguimos viendo aspectos de la realidad distorsionados estridentemente, pero con situaciones parecidas (algunas mas que eso) a las de la primera y diálogos llenos de tópicos que tratan de llevar a esas situaciones.
Si te gustó el pedazo de film de John McNaughton olvídate de ésta. Para los que gozaron de la brutal interpretación de Michael Rooker, ni siquiera vale la curiosidad. El argumento no logra trasmitir ni la mitad de la suciedad terrorífica de la primera parte. A evitar.
By Arkón
Ficha de Película enviada por arkón el 12 de Septiembre de 2006