Colosal drama familiar
Rocco y sus hermanos
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Título original | Rocco e i suoi fratelli |
Nacionalidad | Italia |
Año | 1960 |
Género | Drama |
Formato | Blanco_y_Negro |
Duración | 170 |
Director | Luchino Visconti |
Guión | Suso Cecchi d’Amico, Pasquale Festa Campanile, Massimo Franciosa, Enrico Medioli (Rel |
Fotografía | Giuseppe Rotunno |
Música | Nino Rota |
Producción | Coproducción Italia-Francia |
Reparto | Alain Delon, Renato Salvatori, Annie Girardot, Katina Paxinau, Claudia Cardinale, Spiros Focas, Max Cartier, Rocco Vidolazzi, Roger Hanin, Paolo Stoppa, Suzy Delair. |
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Sinopsis | Rosaria y sus cuatro hijos (Simone, Rocco, Ciro y Luca) abandonan su tierra natal, Lucania, para emigrar a Milán buscando trabajo y oportunidades para mejorar sus pobres condiciones de vida. Allá se reencuentran con Vincenzo, el hermano mayor de la familia, que trabaja de albañil pero que está relacionado con el mundo del boxeo.
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Crítica | Puntuación del crítico: 9 | Vaya por delante que el cine de Visconti no suele ser de mi agrado, pero "Rocco y sus hermanos" (al igual que "el gatopardo") constituye la maravillosa excepción que confirma la regla. El director italiano consigue relatar con maestría los avatares de una familía que debe exiliarse del ámbito rural hacía una gran ciudad, como Milán, para huir de la pobreza. El dibujo de personajes es equilibrado y excepcional (aunque tal vez podría haber sido un pelín más matizado en los personajes de Ciro y Vicenzo); la narración tan detallada y mesurada como agil y dinámica; un extraordinario guión; una no menos destacable banda sonora (siempre grande Nino Rota); una puesta en escena primorosa... configuran, en mi opinión, una de las incuestionables "opus magna" del cine italiano de los sesenta (o simplemente del cine)
Por cierto, es curioso que en una película tan coral, no haya ninguna interpretación que cojee. Absolutamente todos están, cuanto menos, correctos. Alain Delon (un actor que nunca ha sido santo de mi devoción) está realmente bien, así como Annie Girardot, Claudia Cardinale... sin embargo, si tuviera que quedarme con alguna interpretación, sería con la de Katina Paxinou (la madre) y, sobre todo, con un increible Renato Salvatori (Simone), que ajusta la difícil y extrema evolución de su personaje a lo largo de la película, con una veracidad interpretativa asombrosa. Impagable.
Pero lo que hace de Rocco y sus hermanos una obra inolvidable es, más allá de lo detallado hace dos párrafos, ante todo y sobre todo, una ingente concatenación de escenas de una potencia cinematográfica y dramática insuperable. Tantas son las escenas para el recuerdo, que de enumerarlas inundaría de spoilers esta crítica. Sin embargo es imposible no destacar secuencias como la pedida de Vicenzo al inicio de la película, la primera nevada en Milán, el magnífico y atípico final y sobre todo la célebre escena entre Simone, Nadia y Rocco (cuando llegue el momento sabreís que se trata de esa escena) que ya forma parte del olimpo de la historia del cine.
Simplemente, y sin necesidad de estrujarme el coco buscando otros adjetivos menos manidos, imprescindible.
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