Yo confieso ... A GRITOS
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josephhitchcowicz
-- Martes, 3 de Enero de 2006 a las 13:58.
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Lo mejor con una diferencia avismal es el comienzo, en ritmo planificación, composición, y narrativa, puro cine mudo, osea puro cine. Ese comienzo vale por una gran mayoría de pelis enteras actuales. El resto es un peñazo de mucho cuidado, y los interpretes no lucen ni la mitad de lo que se espera de ellos. Lo único, el detalle de la gorda asquerosa esa comiéndose la manzana.
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Grego
-- Viernes, 2 de Diciembre de 2005 a las 10:10.
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El libro de Truffeaut, “el cine según Hitchcock”, no hay que seguirlo a pies juntillas, pues el director británico era muy crítico con su obra y, así, a consecuencia de ello, muchas de sus películas han sido minusvaloradas por que ellos mismos así lo hacen en el libro. Sin embargo, no hay película de Hitchcock donde, bajo su epidermis, se encuentren puntos de estudio y análisis de su obra. No creo exagerado decir que la obra de Alfred Hitchcock, junto con la de Igmar Bergman, son unos monumentos del arte del siglo XX, y seguro que con el paso del tiempo la admiración que se va a tener de ellas va a aumentar exponencialmente.
HAY ALGUNOS EN ESTE FORO QUE DICEN QUE “YO, CONFIESO” SE ALEJA DEL UNVERSO HITCHCOCK, cosa con la que estoy en desacuerdo, VOY A TRATAR DE ARGUMENTAR LO CONTRARIO. Si estoy de acuerdo en que Anne Baxter no pertenece a ese universo – el Sr. Hicthcock quería a Anita Vörth (o como se escriba).
Hitchcock fue un director alabado por la revista católica y de derechas, “cahiers du cinema”, al ser considerado por ellos, no faltos de razón del todo –aunque el alma de Hitchcock es más compleja que esa apreciación-, como un director católico. “Yo confieso” es una muestra de ese catolicismo, en especial por la trasmisión de la culpa; por ello y por el valor de un cura por mantener los votos, la dignidad y el respeto al “secreto de confesión”, pero en especial por la defensa del “sacramento del matrimonio” y el “voto de castidad” - tema en el que de veras interesa a Hitchcock y del sexo – sean los elementos que hacen que sea una película muy alabada por el entorno entre curas y monjas y por los propios Cahieristas.
Otro asunto es el de la verosimilitud en las películas de Hitchcock, por donde siempre ha sido atacado y por donde los no expertos en la obra siempre caen, y es que en todas las películas de Hitchcock lo que hay que buscar es siempre el McGuffin, la trampa, el subterfugio para, después, eliminarlo y extraer la historia que realmente quiere contar. En este punto del McGuffin es donde se aprecia la inverosimilitud de sus historias, sin embargo en la historia soterrada es donde se encuentra, en parte, la esencia de Hitchcock y la verosimilitud de sus dramas humanos.
En “Yo confieso” el asesinato del chantajista es el subterfugio, ¿la causalidad inverosímil?, con traslado de “la culpa”, para poner en marcha la historia, que no es otra que la de un hombre honesto, profundamente religioso, que al volver de la guerra encuentra a su amada unida en el santísimo sacramento del matrimonio con otro hombre. Ellos se casaron por compañía, por compasión, pero no por amor: ella pensaba que su verdadero “amor”, no volvería nuca de la guerra. “El matrimonio” se constituye en una atadura para “el amor” (¿No le ocurriría eso al propio Hitchcock en su matrimonio con Alma?). Aquí es cuando hay que rellenar la historia con los huecos, las elipsis, que va dejando el maestro, para conocer las intenciones de los personajes. Al regresar de la guerra Montgomery Clitf no sabe que Anne Baxter esta casada, pero, quizá, al saberlo, después de haberse acostado - puesto de manifiesto mediante una elipsis - con ella, en el jardín de una casa abandonada –donde son sorprendidos por el futuro chantajista-, es cuando él decide meterse a cura. Sobre todo ello se esconde la posibilidad que el cura tiene de cometer “el pecado” de romper su “voto de castidad” y ella el pecado de romper su “deber matrimonial católico”, como de hecho lo rompe ella. En realidad, bajo el empecinamiento de Montgomery por no romper el “secreto de confesión” se esconde su firme propósito de no romper “su voto de castidad” y de romper el “sacramento del matrimonio”. Por ello, al final, Anne Baxter se da cuenta que la religiosidad del cura es más fuerte que las pasiones y, por ello, le dice ella a su marido que la lleve a casa, pues se ha dado cuenta que si no ha roto “el secreto de confesión” no va volver a acostarse con ella, pues va a respetar sus otros valores católicos.
El asunto del sacramento del matrimonio y el sexo no es nuevo en Hitchcock, sino una constante, o una paranoia personal: 1) En “Agente secreto” la guapísima Madeleine Carrol mantiene un matrimonio ficticio con el espía Ashenden y, por tanto, -¡la película es de 1936 o del 1939!- mantienen una vida sexual al margen del sacramento religioso. 2) en “Encadenados”, en la decada de 1940, una espía (Ingrid Bergman) enamorada de Cary Grant, debe casarse con Alex Sebastián, espía alemán, y en su viaje de novios –en elipsis- acostarse con él. A todas luces desde el punto de vista religioso este matrimonio es ¡nulo!. Al final La Bergman se va con Cary Grant y deja al marido corneado con tres palmos de narices (¡menudo ataque a la institución religiosa del matrimonio! ¡Y en España se les coló a los censores!).
En fin ¿Por qué el cura da la extremaunción al asesino? ¿No será porque el asesino es un personaje que representa al propio Hitchcock? No en vano este personaje se encuentra casado casualmente con Alma, y es un emigrante que ha llegado de otras tierras. ¿No es Hitchcock, cinematográficamente hablando, un asesino nato? ¿No se despacha con muertes y asesinatos a mansalva en sus películas? ¿No es Hitchcock el verdadero causante en todas sus películas de crear falsos culpables, como lo hace aquí el asesino, y de trasladar la culpa? ¿No se siente Hitchcock siempre identificado con los perdedores, los asesinos, los malos?
POR TANTO, EN “YO, CONFIESO”, SE ENCUENTRA COMO EN LA QUE MÁS, TODO EL UNIVERSO HITCHCOCK. APARTE DE LOS TOQUES HITHC, COMO EL DE LA MESA O LA CRUZ DURANTE EL JUICIO. LO ÚNICO QUE LE FALTA A LA PELÍCULA ES SENTIDO DEL HUMOR, SEGÚN Hitchcock, PERO YO ME PARTO DE RISA PENSANDO QUE EL ASESINO ES EL PROPIO Hitchcock. ¡CIEN URRAS POR EL MAESTRO DE MAESTROS!
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grego
-- Jueves, 1 de Diciembre de 2005 a las 10:39.
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Como siempre en Hitchocock, y "Yo Confieso" no es una excepción, existen siempre varios contenidos: uno el suspense, el McGuffin, la argucia, la trama, el plot, la quintaesencia del contenido dramático donde consigue mantener la antención del espectador y, por otro, la historia que narra. Se ha dicho de Hitchcock que es un creador de formas más que un narrador y que de la imagen nace el contenido; sin embargo, en todas las peliculas de Hitchcock tiene una historia subyacente. Por eso todas sus películas son interesantes, hasta sus productos menores se merecen tres estrellas (por decir algo), algo que no le ocurre a casi ningun director de cine. En "Yo cofienso" me parece interesante la historia de amor entre Montgomery Clift (Explendido) y Anne Baxter (muy buena actriz, pero no pertenece al universo Hitchcock). Quizá esta pelicula solo 100 % puede ser entendida desde el punto de vista católico y sus dogmas, principios y valores. Cuando Anne Baxter comprende que no tiene nada que hacer con Montgomery Clitf, pues sus convicciones religiosas son mayores que el amor que siente hacia ella - no ha roto su deber de secreto de confesión -, ella le dice a su marido que la lleve a casa. Montgomey adsuerve de sus pecados al asesino y a su mujer. Pero Anne Baxter "a pecado", se ha acostado - en una magnifica elipsis - con Montgomery, cuando aún no era cura, estando ya casada, rompiendo uno de los sacramentos de la iglesia católica. Hitchcock continua con el tema del sacramento matrimonial y el sexo que inicio con "Agente Secreto", donde dos espías con falsa indentidad mantienen un falso matrimonio y "Encadenados", donde hay un falso matrimonio. Hithcock es uno de los mejores
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Piripiflautico
-- Jueves, 1 de Diciembre de 2005 a las 01:43.
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No te pido que argumentes más en profundidad porque cuando yo me puse a pensar cómo son las películas de Hitchcock no se me ocurrió la forma de definir "eso" que tienen.
En Yo confieso, por ejemplo, hay una escena en la que Monty Clift y otro sacerdote están desayunando en la mesa mientras la mujer del alemán les sirve. Ellos dos están hablando, y durante toda la escena se escucha un diálogo intrascendente, pero lo que se ve es, alternativamente, el rostro de la alemana y la espalda de Monty Clift (el punto de vista de la alemana). Ella no sabe qué esperar del sacerdote, si les delatará o no, y le escruta continuamente tratando de percibir si él se pone nervioso con su presencia, etc. Visto desde un punto de vista neutral, son unas personas desayunando. Visto por Hitchcock, solo con las imágenes entiendes enseguida lo que "realmente" está pasando. A eso es a lo que se refiere el Truffaut.
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el guardian ciego
-- Jueves, 1 de Diciembre de 2005 a las 00:44.
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No voy a ser yo quien desacredite a Truffaut (un experto, no solo del cine sino del propio Hitchcock). Creo que la característica que citas puede perfectamente ser la más definitoria (o personal) del cine de Hitchcock y efectivamente (creo recordar) esta se plasma en la película.
Desde mi ignorancia en la materia SPOILER creía que lo que definía el cine de Hitchcock eran aspectos más superficiales como el tratamiento del suspense, que en esta película (considero) que cambía considerablemente con respectos a otros films, dando lugar a una trama que adolece de ningún misterio y se amolda bajo unos cliches más convencionales (y por tanto más "impersonales", tratándose de un director poco convencional).
Sin embargo, me convence más lo que tú dices. Yo he sido demasiado simplista en mi "análisis", raspando un poco en la punta del iceberg de un director del que se pueden escribr enciclopedias.
Procurare ver más Hitchcock y tendré en cuenta la observación de Truffaut que has sacado a colación.
Pd: Tal vez me pedirás (y con razón) que argumente más en profundidad o al menos que concrete lo que expongo en el segundo parrafo. Ello me resulta practicamente imposible ya que es una película que ví hace unos cinco años y no la recuerdo muy bien. Es curioso porque muchas veces recordamos mejor las sensaciones u opiniones que nos produjo una película que la película en sí misma. Por ello hablar de manera más precisa sobre "yo confieso" me podría suponer dar palos de ciego. Ya se que este dato puede desacreditar mi opinión pero es la pura verdad.
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Piripiflautico
-- Miércoles, 30 de Noviembre de 2005 a las 22:43.
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Supongo que tendrá una filmografía extensa, pero yo casi solo considero las que hizo desde 1940 (desembarco en Hollywood) y unas pocas de las anteriores, más que nada porque el resto deben ser realmente inaccesibles. O sea, en torno a 40 títulos (el total debe rondar los 60) SPOILER.
En que Yo confieso no representa las mejores esencias de su cine...bueno, no hay que ser Rembrandt para darse cuenta. Ahora, la esencia, o el "universo" como dices tú, para mí sí que lo representa. Entre otras cosas porque es bastante difícil definir cuál es la esencia del cine de Hitchcock, pero bueno.
Me gusta quedarme con eso que dice Truffaut de que Hitchcock muestra lo que está ocurriendo en un segundo plano, por debajo del diálogo o de la acción principal (que suele ser irrelevante), y que por eso era el único director en filmar los sentimientos "directamente". Y ese estilo es lo que aparece en todas o casi todas sus películas, incluyendo Yo confieso. Otra cosa es que la peli sea floja...
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el guardian ciego
-- Miércoles, 30 de Noviembre de 2005 a las 09:47.
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En primer lugar, en un debate y/o discusión sobre Hitchcock llevó todas la de perder; es una de mis grandes asignaturas pendientes cinematográficas, ya que no he visto ni una tercera parte de su extensísima filmografía (incluyendo ausencias importantes como la soga, extraños en un tren, crimen perfecto...). Por ello, tal vez, carezco de fundamentos suficientes para poder replicar con garantias a gente más "docta" en las artes del realizador británico y (todo hay que decirlo) puede haber resultado un poco pueril por mi parte haber plasmado una sentencia tan categórica sobre algo en lo que solo puedo aseverar desconocimiento.
Dicho esto, mi opinión:
Entre eufemismos y chorradas, no conseguí explicar (más bien precisar) lo que quería decir: no quería dar a entender que esta película no fuese representativa de lo que nos ofrece en el grueso de su filmografía (que realmente no lo se), sino más bien que esta no representa las mejores esencias de su cine, adolece de esa manera de entender el suspense que hizo de el un director irrepetible, creo que se acerca a una forma de hacer cine más convencional. Para hacerme entender, si alguien que nunca ha visto nada de Hitchcock me pide que le recomiende una película para introducirse en su "universo" nunca le recomendaría yo confieso; ya no porque esta sea mejor o peor que otras, sino porque (a mi juicio) esta puede resultar algo más "impersonal" y alejada del estilo que le convirtió en un genio del celuloide. Por ejemplo: a mi me encanta "la edad de la inocencia" de Scorsese, pero yo creo que una película como "uno de los nuestros" representa mejor lo que es Scorsese (no lo que es la filmografía de Scorsese, ¡ojo!). Me estoy explicando fatal (estoy recien levantado y me resulta difícil argumentar mejor), pero si he conseguido hacerme entender (aunque sea en parte) me doy por satisfecho. Acepto críticas con cuchillo incluido.
Pd: aprovecho para bajarle un puntillo la nota.
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Piripiflautico
-- Martes, 29 de Noviembre de 2005 a las 21:45.
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Previsible y simplona, en verdad una de las pelis de Hitchcock que menos me gustan aunque haya por ahí algún crítico que la considera de lo mejor de la historia del cine.
A guardián ciego: Te niego la mayor. Eso que dices, entre tanto eufemismo, de que no es representativo de lo que nos ofrece el mitico realizador britanico en la mayoria de sus obras. ...está abierto a la subjetividad, pero a mí me parece que no es cierto.
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Elric
-- Martes, 29 de Noviembre de 2005 a las 18:24.
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Gran pelicula del cinesta ingles, aunque es considerada una pelicula menor, hay mucho que sacar de la actuación de Montgomery Clift. Estoy con El guardian en que es un poco llana para de ser de Hitchcock, el fallo del guión se suple con las mágnificas encarnaciones de todos los actores. Algunas escenas son memorables como cuando el sacerdote anda abatido por la calle con una imagen de Jesus transportando la cruz en un primer plano. Sin embargo tiene la peor escena que le ha visto a Hitchcock, cuando sale Anne Baxter en un flashback a besarse a Clift y baja unas escaleras con una musica de lo más cursi. De folletin cutre. Bastante buena pero de lo peorcito de Sir Hitchcock.
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El guardian ciego
-- Viernes, 5 de Marzo de 2004 a las 20:15.
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Gran pelicula del maestro ingles. Gran trama, buen ritmo narrativo e inmejorables interpretaciones de Montgomery Clift (uno de los mejores actores de la historia del cine) y Karl Malden (mitico actor secundario de la epoca dorada de hollywood). El unico defecto que se le puede achacar (aunque mas que un defecto es una apreciacion subjetiva) es que nos encontramos ante un producto demasiado convencional para lo que suele ser el cine de Hitchcock. Es en mi opinion, una de las obras mas impersonales y poco sorpresivas de la filmografia del director. Pese a ser un producto de indudable calidad, este no es representativo de lo que nos ofrece el mitico realizador britanico en la mayoria de sus obras. Al margen de estas apreciaciones puramente personales, es una gran pelicula.
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