Un asesino en serie está actuando en las interminables carreteras desérticas de Australia. Un camionero le sigue la pista a la vez que recoge a una autoestopista. El secuestro de la chica hará que persiga al asesino con mayor determinación.
Crítica
Puntuación del crítico: 6
He aquí una película que bien podría haberla firmado Brian De Palma en su etapa hitchcockiana, aunque esta “Road Games” ni se asoma a los mejores momentos de “Vestida para matar”, “Impacto” o “Doble Cuerpo”. Jamie Lee Curtis era ya toda una celebridad en el género (para entonces ya había rodado “La noche Halloween”, “La niebla”, “Prom night” y “El tren del terror”) por eso choca que no se le de más protagonismo a su personaje. Además no grita (!!), aunque a cambio descubrimos pequeños destellos de un registro cómico, en el cual se movería como pez en el agua más adelante. La sombra de Hitchcock sobrevuela todo el metraje (no por casualidad Richard Franklin fue contratado para “Psicosis II” un par de años después), ya sea por el sutil sentido del suspense (El juego del gato y el ratón, con imágenes que recuerdan a “La ventana indiscreta” y “Frenesí”) o por citas directas (esa portada de revista). Buenos momentos (Stacy Keach en el interior de la cámara refrigeradora del camión), estupenda planificación (destacando el movimiento circular para mostrarnos a los pintorescos clientes del bar de carretera o el fundido de la carretera en el rostro del protagonista) y un humor negro bien dosificado (esa “carne”). En la parte negativa, decir que carece de clímax y te quedas con ganas de más. Mucho más.
Una “road-movie” en apartadas carreteras australianas que tiene cierto parentesco con ciertos films como “El diablo sobre ruedas”, “Carrera con el diablo”, “Carretera al infierno” o “Wolf Creek”, siendo más desenfadada y “camp” que las citadas.
Ficha de Película enviada por Myers el 15 de Julio de 2007