Poppy (Hawkins) es una joven alegre y desinhibida profesora de primaria que vive en su burbuja de felicidad tratando de contagiar a cualquiera que se le acerque, lo que hará que algunos no sepan como tomarse su pecualiar sentido del humor.
Crítica
Puntuación del crítico: 6
Flojo film de Mike Leigh, quizás de lo menos interesante que hay en su filmografía y que irremediablemente causará olas de amor u odio a partes iguales, en mi caso ni una cosa ni la otra, más bien indiferencia. El film en realidad no es más que un vehiculo de lucimiento para la desconocida Sally Hawkins, pupila de Mike Leigh desde hace unos años (Todo o nada, El secreto de Vera Drake) y que sólo alguno reconocerá como la odiosa novia de Colin Farrell en El sueño de Casandra; Hawkins lleva todo el film sobre sus hombros y no es una tarea facil ya que su personaje es muy peculiar, dibujado a grandes trazos como una chica alegre, no tardamos en descubrir que esta peculiar Amélie a pesar de su buen corazón, también es una faltona y una irrespetuosa con aquellos que la ignoran (la escena del librero en la que se rie en su cara molestándolo; sus escenas con el profesor de autoescuela al que pone de los nervios a propósito), comportamiento que la llevará a una desagradable escena al final del film que servirá como eje para cambiar su forma de ser ya que en realidad Happy no es más que otra historia de evolución personal de un personaje hacía la madurez. El film peca de largo, creo que se podrían haber obviado muchas escenas, como la del vagabundo que ni aporta nada al guión y tampoco es que sea muy creible, o las escenas con el niño en la escuela, que si bien sirven para mostrar un cambio de comportamiento más maduro en Poppy lo cierto es que luego esa historia queda en el aire sin resolución. Destacar al eterno secundario Eddie Marsan como el peripatético profesor de autoescuela (cuyo hilarante Enraha! Enraha! será recordado por todo cinéfilo hasta el fin de sus días) y las escenas de flamenco. Hay alguno que otro que piensa que Hawkins será nominada casi 100 por 100 al Oscar después de ganar el Oso de plata en Berlín, yo creo que se quedará con las ganas, no es una interpretación que los miembros de la Academia pudieran apoyar en masa, y no me extrañaría nada que Kristin Scott Thomas (que perdió injustamente el Oso de plata frente a ella) fuese quién se llevase esa nominación a pesar de hablar francés en Hace mucho que te quiero y de que sea un film más minimalista.
Joan
Ficha de Película enviada por Logan D. el 2 de Octubre de 2008
La peor película de Mike Leigh que he visto. La escena final con Eddie Marsan es cojonuda eso sí, digna de ser nominada a premios como actor de reparto.
