Lo que verás en esta película no lo has visto jamás.
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Sinopsis | La antiguamente famosa y rica familia Hunter formada por Bart (Kennedy), Sylvia (McGuire) y su hijo adolescente Johnny (Donahue) atraviesan una mala racha económica que les lleva a tener que alquilar las habitaciones de su mansión familiar, que está situada en una isla apartada de la población. Un día, ante su sorpresa, aparece Ken Jorgenson (Egan) un antiguo criado de la familia (y primer novio de Sylvia) que ha hecho fortuna y que arrenda una habitación junto a su esposa Helen (Ford) y su hija Molly (Dee). Las tensiones no tardarán en aparecer cuando la pasión entre Ken y Sylvia aparezca de nuevo a la vez que Johnny y Molly comienzan una tierna relación amorosa que su madre, Helen, hará lo posible por destruir.
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Crítica | Puntuación del crítico: 8 | Melodrama dirigido con destreza y elegancia por un Delmer Daves en plena forma y que se puede casi ver como una respuesta más lanzada y escándalosa a otros productos de similares caracteristicas con impacto parecido como Vidas borrascosas, Picnic o Imitación a la vida (curiosamente también de 1959 y también con Sandra Dee). Durante toda la película vuela una palabra: Sexo. Y es que los personajes no tiene tapujos algunos al hablar de las relaciones amorosas y el guionista (el própio Daves) no tiene ninguna complicación a la hora de abordar sin ningún tapujo temas tabú para la moralidad de los cincuenta como el adulterio, el divorcio y sobretodo la perdida de la virginidad y el sexo premarital, lo cual hace que asistamos a un verdadero torbellino de diálogos magistralmente escritos, de confrontaciones entre personajes que se pueden calificar como épicas (las peleas entre Richard Egan y Constance Ford son antológicas) y de escenas que en manos de otro director podrían haber caido en la vergüenza ajena o en la autocensura. Destacar la impresionante dirección de fotografía y sobretodo el uso del color (atención al plano secuencia de Dee y Donahue paseando bajo la luz plateada y azulada de la luna que va siendo intercalado con planos rojizos y oscuros del dormitorio de Constance Ford que los observa desde su ventana), y también la maravillosa y hoy famosisima banda sonora de Max Steiner cuyo leit motiv es usado sobretodo en las secuencias amorosas entre los jovenes. El reparto, es ejemplar, bastante solido, incluso la usualmente enervante Sandra Dee realiza una impecable interpretación (muy alejada por cierto, de la imagen virginal que se labró por el resto de su carrera), aunque los realmente deslumbrantes son Arthur Kennedy como el deprimente Bart Hunter, abocado al alcoholismo en su juventud al descubrir que su esposa no le amaba; Dorothy McGuire, elegante y adorable (como siempre) y sobretodo la desconocida Constance Ford (he buscado en imdb y fue eminentemente una actriz de televisión) que está soberbia como la monstruosa madre de Sandra Dee, una mujer bella pero también amargada y frígida (aunque yo creo que por su lenguaje corporal se da a entender que su personaje podría ser homosexual y de ahí su comportamiento castrador) que trata de controlar la vida sexual de su hija (atención al momento en que llama a un médico para que le haga un tacto vaginal a Dee para ver si aún es virgen, una escena realmente impactate para un film de los años 50), creo que Ford puede entrar con mérito própio en la galeria de las peores madres jamás retratadas en una pantalla de cine junto a la Shelley Winters de Un retazo de azul o la Piper Laurie de Carrie. Y bueno, la película obtuvo 0 patatero nominaciones al Oscar, lo cual es simplemente ABSURDO, y es que es lamentable que una de las bandas sonoras más famosas de Max Steiner no fuese candidata a un Oscar.
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Joan | |
Ficha de Película enviada por Logan D. el 27 de Mayo de 2009 |
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