Basada en una historia real ocurrida en los años setenta, y basada en la novela homónima de Leroy Aarons. Bobby Griffith (Ryan Kelley) era un chico adolescente gay que se suicidó a causa de la intolerancia religiosa de su madre (Sigourney Weaver), una devota cristiana. Después del trágico evento su madre comprende la homosexualidad de su hijo y empieza a luchar por la causa.
Crítica
Puntuación del crítico: 6
Es un telefilm y no se avergüenza de ello. Va a cuchillo a por la fibra sensible del espectador y en ocasiones lo consigue pero lo que finalmente cuenta es Sigourney Weaver y su gran interpretación.
Tiene un papel muy dramático y lo resuelve convincentemente, magistral el momento en que se pone ante el micrófono para conseguir el día de libertad gay y cuenta la historia de su hijo.
Davis
Ficha de Película enviada por DAVIS el 20 de Septiembre de 2009