Muerte a Occidente
El Dictador
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Título original | The Dictator |
Nacionalidad | Estados Unidos de América |
Año | 2012 |
Género | Comedia |
Formato | Color |
Duración | 83 |
Director | Larry Charles |
Guión | Sacha Baron Cohen, Alec Berg, David Mandel, Jeff Schaffer |
Fotografía | Lawrence Sher |
Música | Erran Baron Cohen |
Producción | Paramount Pictures |
Reparto | Sacha Baron Cohen, Anna Faris, Ben Kingsley, Jason Mantzoukas, Anthony Mangano, Jeff Grossman, Megan Fox, John C. Reilly |
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Sinopsis | “El dictador” nos cuenta la historia de un dictador que hace todo lo posible para que la democracia no llegue a su país. Sacha Baron Cohen se mete ahora en la autocrática piel del almirante general Haffaz Aladeen. Rico en petróleo y bastante aislado, el estado norteafricano de Wadiya lleva siendo gobernado por el vehementemente antioccidental Aladeen desde que éste tenía seis años, cuando fue nombrado líder supremo tras la desafortunada muerte de su padre, muerto por desgracia en un accidente de caza, alcanzado por 97 balas y una granada de mano. Desde que accedió al poder absoluto, el consejero de más confianza de Aladeen es su tío Tamir (Ben Kingsley), quien ejerce de jefe de la policía secreta, jefe de seguridad y proveedor de mujeres. Por desgracia para Aladeen y sus consejeros, el muy vilipendiado Occidente ha comenzado a meter las narices en los asuntos de Wadiya, y las Naciones Unidas han sancionado repetidas veces al país en la última década, pero el dictador no va a consentir que un inspector del Consejo de Seguridad entre en sus instalaciones secretas de armamento (¿es que acaso no saben lo que quiere decir “secreto”?). Pero después de que un intento de asesinarle le cueste la vida a otro de los acólitos del líder supremo, Tamir convence a Aladeen de que vaya a Nueva York a solucionar la cuestión de las Naciones Unidas. Y así, el general Aladeen, Tamir y su séquito llegan a Nueva York, donde no son muy bien recibidos, pues la ciudad está repleta de exiliados de Wadiya cuyo mayor deseo es ver a su país libre del despótico régimen de Aladeen. Pero en la tierra de la libertad, a Aladeen le esperan muchas más cosas que unos cuantos expatriados furiosos y algunas sanciones indeseadas (¡e injustificadas!).
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Crítica | Puntuación del crítico: 8 | No nos engañemos: hoy vivimos en el reino de lo politicamente incorrecto. Por todas partes, pensemoslo bien; algunas de las series más populares son totalmente incorrectas, con un humor muy negro, sexo y violencia a raudales; Torrente triunfa en nuestro país, etc, etc. Que no os engañe nadie diciendo eso de que hoy todo el mundo es politicamente correcto. Pero tampoco confundamos términos, cada cosa en su momento; ser politicamente incorrecto no es insultar.
Uno de los más dados a lo politicamente incorrecto de la mejor de las formas es Sacha Baron Cohen. Conocí a este actor, productor y guionista en "Ali G" una película que me vendieron como lo mejor en humor y que cuando vi la primera vez me horrorizó. Curiosamente, un tiempo después la vi de nuevo y, sorpresa, me encantó. Quizá porque sabía ya lo que iba a ver, quizá porque al saberlo conecté mejor con ese humor tonto, absurdo e irreverente, donde el actor se reía de todos y de todo, incluido él mismo. Eso siempre, por cierto, de ahí que me parezca un tipo la mar de inteligente.
Después llegó "Borat". Bueno, en realidad, llegaron muchas películas más y es que, Cohen no sólo es un destacado humorista, sino también un actor serio cuando le da la gana. Ahí tenemos papeles que ha bordado como en "Sweeney Todd" y "La invención de Hugo". Casi nada.
Vale, entonces llegó "Borat", donde a modo de falso documental (o quizás no tan falso) se convertía en una especia de pakistaní (o algo parecido) que viajaba a Estados Unidos y chocaba de golpe con su cultura, y lo que no era cultura. Una de sus mejores películas, brutal, divertidisima y donde no dejaba titere con cabeza (atentos al tema de las armas, o el cachondeo con las prostitutas de su pueblo). Un humor muy negro, irreverente y politicamente incorrecto que sólo los que entiendan de verdad que todo es broma comprenderán. No hay que ofenderse, pues uno sabe lo que es, y no hay más. A partir de ahí puede hacer más o menos gracia, pero lo que menos pretende el actor es ofender, ni mucho menos.
La siguiente en el mismo estilo de comedia y falso documental (repito, o quizás no tan falso) fue "Bruno", donde de nuevo volvía a tomar las riendas de un personaje de su creación, esta vez un modelo gay que deseaba convertirse en toda una estrella. La película era muy divertida, y tenía un punto de mala leche extra que le venía de lujo, pero estaba muy por debajo de "Borat", además, repetía muchas de sus bromas y es que, es algo que es seña de identidad en Cohen con este tipo de filmes donde le dirige Larry Charles, y es la repetición de ciertos temas, y algunos gags, y chistes.
Y ahora llega "El Dictador" y, bueno, ¿qué decir de una película que ha sido un éxito de taquilla y crítica? Pues que Cohen ha recuperado la calidad que dejó con "Borat" y es curioso porque vuelve a repetirse (lo dicho, es parte de su sello), pero esta vez tenemos una comedia rodada de manera convencional, con mucha mala leche, y politicamente incorrecta desde el principio.
La historia no es nada del otro mundo, y sí muy parecida a las otras dos películas mencionadas, hasta el punto de que parece muchas veces una extensión de "Borat", más que una película independiente del resto. Tenemos a un dictador con bastante mala leche que viaja a Estados Unidos, donde es alejado de su cargo, lo que le obligará a llevar una vida menos... cruel, y muy diferente, con normas y una cultura que desconoce por completo, y que ni entiende ni quiere entender.
Nos encontramos ante una película que no gustará a los que se ofendan con facilidad, un filme hecho para los fans de Sacha Baron Cohen especialmente. El personaje protagonista está genialmente construido, de principio a fin; es dificil no divertirse con él, e incluso empatizar con su persona a pesar de ser lo más horrible que podamos echarnos a la cara. Y ls chistes y las bromas... algunas de ellas realmente brutales. Puñetazos al estomago acompañados de cosquillas. Una pasada. Cohen en estado puro.
Por si su sola presencia no fuese suficiente, en la película también encontramos a un Ben Kingsley muy capaz de reírse de sí mismo, a una genial Anna Faris, a un magistral John C. Reilly e incluso a Megan Fox, a la que ultimamente echaba de menos en el cine (es lo que tiene abrir mucho la boca y soltar burradas, que te puedes quedar sin curro).
Resumiendo, "El Dictador" es muy, muy divertida. Nos devuelve al mejor Cohen, que se nos perdió un poco con "Bruno", haciendo una comedia que no gustará a todo aquel que se ofenda a la minima, o a los que ya están un poco hartos del actor. A los demás, les encantará, sobre todo por escenas como la del helicoptero, o algunas vistas ya en los trailers. Quizás su punto más flojo es que se repite en cuanto a "Borat", pero repito, es parte del encanto de Cohen; reírse una y otra vez de lo mismo usando otros personajes, otros similes.
Cohen ha vuelto, y a lo grande. Una película perfecta para divertirse y sacar ese lado tan bestia que todos tenemos. Tiene escenas tronchantes, Cohen está totalmente metido en su papel, se nota que lo disfruta y que quiere que lo pasemos en grande con él. Y lo consigue. Y bastante bien.
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The Stranger | |
Ficha de Película enviada por The Stranger el 11 de Julio de 2012 |
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