Lo que podia ser una atractiva historia (teniendo en cuenta lo que se puede ver el primer tercio de metraje), va derivando inexorablemente en un thriller sobremesero al uso, sin apenas sobresaltos narrativos, con unas actuaciones bastante discretas (incluido Tommy Lee-Jones), y la suficiente escasez de alicientes como para que perdure mucho tiempo en la memoria. Con todo eso, se deja ver.
Decentilla pelicula de sobremesa. Lo más destacable es la siempre excelente Ashley Judd, sobretodo porque el argumento no es para dar saltos de alegría.