Digna secuela. No está a la altura de "El Fugitivo", pero entretiene lo mismo. A esta le falta (entre otras cosas) la visceralidad que imprimía Harrison Ford para hacer un "fugitivo inocente" que de verdad era creíble. En pocas palabras, el personaje de Wesley Snipes es "menos bueno" que el de Harrison, y no hace que nos compadezcamos de él de igual manera.
Me sucedió como con "La Jungla 2": Te preguntas para qué harán secuelas de películas que no las necesitan, para que pondrán al protagonista en situaciones tan parecidas a las del anterior film, pero el resultado es chachi.
Morro que le echa Stuart Baird al asunto.Un plagio total de "El Fugitivo", repitiendo secuencias e incluso protagonistas.La única variación es el color de la piel del perseguido.Si antes era un blanco ahora es un negro. A la absoluta falta de originalidad se une el paupérrimo trabajo de Wesley Snipes, a quien Baird debió conocer en "Demolition Man" (1993) mientras trabajaba como editor. Una cagada que jamás debió contar con el concurso de Lee Jones.