Lo más interesante del film acaba siendo el relato de superación personal de Elisabeth kenny y sobretodo como de bien está retratado el machismo de la época donde las ideas de una mujer, además enfermera sin titulación, no eran cosideradas aptas para la medicina a pesar de que sus métodos daban resultados. Imaginaros hoy día que una enfermera encuentra la cura contra el cáncer y la prohiben dar a conocer esa cura porque es enfermera y no médico. Una salvajada es lo que le hicieron a muchos niños los colegios de médicos de todo el mundo cuando negaron los descubrimientos para curar la poliomilitis que hizo Elisabeth Kenny, y además el film Amor sublime fue estrenado cuando todavía le eran negados esos derechos a Kenny. Hoy día, por fortuna (aunque tarde) está mujer ha pasado a la historia de la medicina como la pionera de la fisioterapia para curar las enfermedades. En cuanto al film, pues, pasable, poco más, Rosalind Russell está muy bien, pero cuando la maquillan la cagan.