Un híbrido entre "Happiness" y "Vidas cruzadas" a la española. Está muy bien pero lo mejor son las interpretaciones de algunos actores, con especial mención a un contenido y magistral Eduard Fernández. María Pujalte también se sale. Gran final.
No tanto como un 10, pero un 8 sí. En cierto modo, me recordaba a Happiness mientras la veía, por eso de que están todos terriblemente frustrados. El cine español se va superando, lo cual se agradece.