aburrida, tópica y previsible película que significó el debut de Meg Ryan en el thriller erótico. No pudo irle peor. Esta película, como ya han dicho, solo pasará a la historia como "la peli en que la Ryan enseñó las tetas"
La peli en si no es tan mala, lo que ocurre es que la falta de originalidad del argumento, su previsibilidad y que algunas escenas de sexo vengan porque sí, porque la Ryan debe dejar claro que puede ser una guarrilla pues le restan credibilidad a la cinta. Practicamente muchos personajes están ahi para servir de carne de cañón para el psicopata(que vaya lo que hace con los cuerpos el jodio)o para que sospechemos de ellos, como el de Bacon o el negrata chuleta ese obsesionado con Gacy el payaso. Eso sí,la fotografía estupenda.