Conmovedora, apasionante, dulce, enternecedora, espléndida, una película para el recuerdo, una película que ha escrito una página de oro en la historia del cine.
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Sinopsis | Holly Golightly, una excéntrica y preciosa chica neoyorquina, que sueña con que por fin un hombre le tome en serio, conoce a Paul Varjak, un escritor que desde el día que la ve por primera vez comienza a traersea atraído por ella. Aunque Holly piensa en casarse con un millonario brasileño.
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Crítica | Puntuación del crítico: 9 | Preciosa película de Blake Edwards, director de otras estupendas producciones como Días de vino y rosas, Víctor o Victoria, 10 La mujer perfecta o Darling Lili, que con la maestría que le caracteriza regala al espectador una de las joyas del cine romántico, la cual está basada en una exclente novela de Truman Capote. Audrey Hepburn, alma de la película, y claro ejemplo de lo que verdaderamente puede ser reconocido como "glamour", realiza una de las mejores interpretaciones de su carrera. Desde la escena inicial, cuando Audrey camina de esa forma tan elegante por un Nueva York desértico, ya empiezas a enamorarte de esta inmensa actriz. Cada vez que alguien menciona el nombre de esta soberbia actriz, si hay una imagen que se nos viene a la cabeza, es la de alguna de las escenas de esta película. Sí, Audrey Hepburn tiene películas e interpretaciones mejores, pero siempre será recordada por la imagen que dio en este film. Amén de la tienda Tiffany´s, que quedó para siempre inmortalizada. George Peppard, que tras actuar en Con él llegó el escándalo, de V.Minnelli, realiza en Desayuno con Diamantes la interpretación de su vida, aunque bajo mi punto de vista, tampoco es demasiado brillante. Mencionar también la excelente actuación de Patricia Neal, una gran actriz que será para siempre recordada por sus interpretaciones en El manantial y en Hud, y que 5 años después sufrió un ataque al corazón del que gracias a Dios pudo salvarse, y reaparecer años después de nuevo en el mundo del cine. Ganadora de dos oscar, uno de ellos a la mejor banda sonora, la excelente y apasionante partitura de Henry Mancini, que además, ganó también el otro oscar de la película, junto a su compañero Johnny Mercer, por lo que debo mencionar también la canción Moon River, inolvidable. Una de las escenas más recordadas de la película, es la demencial fiesta, obra y gracia de Edwards, la cual dudo mucho que hubiera sido tan caótica en manos de otro realizador. La película está llena de escenas memorables, una de ellas es justamente la escena final, Holly y Paul, bajo la lluvia, que bien podría ser una clara referencia a las lágrimas de los personajes por todas esas cosas anheladas en un mundo de fracasados. Inolvidable película romántica y melancólica, imprescindible para cualquier cinéfilo que se precie, y para todas aquellas personas, que cinéfilos o no, quieran alegrar el corazón y pasar una conmovedora tarde bajo la hipnosis de los preciosos ojos (mientras no lleve gafas) de Audrey Hepburn.
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Javier M.M. | |
Ficha de Película enviada por baxter el 27 de Febrero de 2004 |
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