Londres 1940. Henry Faber abandona la estación de Waterloo y se dirige a la casa de huéspedes de Highgate en la que vive. Aquella noche, la señora Garden, que regenta la pensión, está tomando unas copas de ginebra y escuchando. Sube a la habitación de Faber y le sorprende con un transmisor.
Crítica
Puntuación del crítico: 8
Antes de ser fichado por George Lucas para EL RETORNO DEL JEDI (que parece más una operación de "marketing", que la conclusión de la primera trilogía galáctica), el malogrado director Richard Marquand demostró su valía con este estilizado thriller sobre espionaje e identidades misteriosas. Ejemplar ese final donde la protagonista (Kate Nelligan) se enfrenta a su amante, su desesparada decisión de acabar con él, para proteger a su hijo y para que pague por sus crímenes. Donald Sutherland, en plan incógnito, brinda una de sus mejores, o cuanto menos, más interesantes interpretaciones en el papel de un implacable espía nazi que opera en una atractiva y remota costa británica. Totalmente sugestiva: de colores terrosos y ambiente enrarecido.
Por Myers
Ficha de Película enviada por Myers el 29 de Marzo de 2004