A mi me pareció buena película, porque se nota que el director le puso ganas, y hasta el peor de los actores del reparto consigue trasmitir credibilidad, pero le falta garra. Stephen Dorf no me terminó de gustar (como siempre). Pero es entretenida, un agradable retorno a la época de "Rebeldes" de Francis Fod Coppola.