Si bien no aporta innovación, ni llega al verdadero talento artístico de las mejores obras japonesas, coreanas o incluso chinas, me ha parecido una película preciosa que podría ganar perfectamente algunos de los controvertidos oscars de los últimos años.
Su defecto también es precisamente ése, que se pasa intentando agradar, y que adquiere un sentimentalismo bastante forzado. Pero narrada, lo que se dice narrada, lo está muy bien. Cine muy occidental, quizás sin verdadero riesgo o profundidad (aunque en general los personajes se ven sometidos a sentimientos más veraces que los que suele haber en Hollywood), pero muy bien hecho. Disfrutable, en definitiva, para cuando se quiera ver una peli "bonita".