Reconozco que tenía curiosidad por ver este film desde que me enteré de que su director era el elegido para adaptar Watchmen al cine. Lo que he visto me ha dejado satisfecho. El director ha optado por un tratamiento documental (cámara al hombro, ausencia de banda sonora, textura granulosa de la imagen para evocar la época) unido a una narración realista donde brillan las actuaciones. De hecho son tan naturales que se podría decir que no actuan. Eso sí, Greengrass, valientemente, huye de una postura neutral y se moja del lado de los activistas pro-derechos y deja al ejercito con una imagen no muy digna. Aunque por supuesto existe la versión opuesta que asegura que fue el IRA y los alborotadores los que comenzaron los disparos, yo en ningún caso justificaría el uso desmedido de la fuerza contra civiles desarmados. Curiosamente, tenía la impresión de que la canción Sunday, bloody sunday iba a sonar en algún momento de la película. Al final fue en los títulos de crédito.