Un hombre maduro e incapaz de compremeterse persigue a todas las mujeres que se le cruzan en el camino hasta que encuentra a una que idealiza y se dedica a conquistarla como sea.
Crítica
Puntuación del crítico: 7
Esta célebre cinta de Blake Edwards, supone un regreso a ese tipo de comedia de los 60 que combinaba elegancia y reflexión (recordemos EL GUATEQUE y DESAYUNO CON DIAMANTES del mismo autor). La película nos está hablando de los problemas de un artista (encarnado por Dudley Moore) sumido en la rutina y con evidente falta de inspiración. Es por ello que tiene que ir detrás de una belleza (Bo Derek, luego perdida en las tinieblas de la telemovie) que le inspira como musa. Lo importante es que la película evoluciona, de una primera parte simplemente cómica hasta una segunda más melancólica y reflexiva. Tronchante la escena de la viejecita sirviendo café, entre otras. Pese a que las interpretaciones son buenas en general (salvo la de Sam J. Jones (futuro FLASH GORDON), que es de juzgado de guardia, aunque su personaje no da para más) me parece que Dee Wallace, como la mujer solitaria e insatisfecha, se come a todos con patatas. En un tiempo récord (sale poco en pantalla... ¡Lamentablemente para mí!!) consigue que el espectador se interese y lo que es mejor, se encariñe, con su personaje. Inolvidable heroína en E.T. y AULLIDOS, esta carismática actriz de carácter tiene aptitudes para la comedia, y aquí lo demuestra. ¡Que vengan Carpenter, Tarantino o Lynch, y la rescaten del olvido!!!!! El Bolero de Ravel eclipsa injustamente la composición de Henry Mancini, que si bien no es de sus trabajos más distinguidos siempre notamos su inconfundible estilo. Lo dicho, no os perdais a Dee Wallace. Encantadora.
Por Myers
Ficha de Película enviada por Myers el 7 de Marzo de 2005