Tras veinte años como prisionero en Siberia, un cura ruso es nombrado Papa en un momento en el que el mundo esta al borde de la guerra.
Crítica
Puntuación del crítico: 10
Brillante y emocionante pelicula del irregular cineasta Michael Anderson, en el que se narra los avatares que encierran uno de los mayores poderes facticos e historicos de la humanidad: la iglesia. Precisamente en determinados momentos del film, ciertos hechos ficticios (la coronacion del nuevo papa y la muerte del anterior) se narran de forma cuasi-documental lo que sirve para introducirnos en el auntentico modus operandi del centro neuralgico del imperio cristiano. Como documento cultural la pelicula esta muy bien, pero como trabajo cinematografico no se queda atras; el gran Anthony Quinn esta magnifico (da realmente el pego como papa), el guion es muy bueno con unos dialogos profundos, metafisicos e incluso criticos (sobre todo los expuestos por el personaje del padre Telemont) y pese a contar con un largo metraje la narracion no decae en ningun momento; Lo unico que no me hizo mucha gracia fue la crisis matrimonial del comentarista de television, una trama secundaria que creo que no encaja muy bien con la linea argumental principal ni con el espiritu de la pelicula y el final el cual es muy bonito y moralizante pero particularmente me parecio demasiado utopico y fantasioso. Una de tantas joyas olvidadas del cine.
El guardian ciego
Ficha de Película enviada por El guardian ciego el 28 de Junio de 2004
Creo que me pase cantidad dandole la maxima puntuacion a esta pelicula. Creo que esta muy bien y me gusto mucho pero creo que hay demasiadas peliculas mejores como para otorgarle a esta un diez. Eso si, Anthony Quinn esta de diez (inmenso). El final me parecio demasiado inverosimil como para considerarlo un gran final. De paso os recomiendo que la veais, ya que estamos en fechas muy apropiadas para ello (con la muerte del papa y la coronacion del nuevo sumo pontifice). Si quereis ver por ejemplo como es un conclave "in situ" no debeis perderosla.
