Ofensivo atentado al buen cine de terror. Dirige Soavi (de quien sólo recuerdo un título memorable: "Mi novia es un zombie") y produce Argento (genio indiscutible, autor de dos obras maestras, "Rojo oscuro" e "Inferno"). El tandem fracasa aquí clamorosamente. Esta película pretende ser a la manera gótica lo mismo que el viejo cine de Bava, pero el resultado da varias vueltas sobre sí mismo y se torna paródico, grotesco y salpicado de un humor poco menos que lamentable. Es un bodrio, aunque puede resultar disfrutable para paladares como sútiles.