Mucho más que un simple escaparate para Rita Hayworth, actriz que aprovechó su ocasión con esta película convirtiéndose en uno de los mayores sex symbols de la historia del cine. ¿La explicación? Basta con ver cómo interpreta ese "Put the blame on mame" para saberlo. Una muy buena película con escenas de leyenda que ningún cinéfilo debería perderse.