Me pareció sorprendentemente buena. No es perfecta, ni siquiera redonda, pero atesora (a mi juicio) un gran cúmulo de virtudes. Es una película que transpira verdad: los diálogos, las situaciones, las preocupaciones de los personajes son siempre veraces y muy creibles o al menos bastante más que cursiladas inverosímiles con pretensiones de realismo social o descarnada intrahistoria urbana (no doy nombres, aunque creo que está claro). Todo el reparto funciona (buena dirección de actores) aunque sobresale con luz propia Lola Dueñas; su pápel es muy secundario pero no le impide componer una de las yonkis más creibles que se ha visto en la cinematografía hispánica. Mágnifica la escena SPOILER. Mi nota es muy generosa pero comparándola con el cine que se suele hacer en la península (obviando excepciones), no creo que lo sea tanto. Estoy de acuerdo con Judias en que posiblemente sea una de las mejores películas españolas de la década de los 90.