Película mala, de esas que hacen que la gente no quiera ir a ver cine español (aunque luego se traguen los truños de series españolas que hacen en TV). Lo mejor de la película es la sucesión descontrolada de gags y situaciones chorras, y lo peor es la presencia del asqueroso del Caparrós que me caia mal antes y me digue cayendo mal ahora.