Sam y sus hermanos Hymie, William, Nathan y Gabriel, se instalan en un barrio de Baltimore, Avalon, a principios del siglo XX. Recién casados, comienzan a perseguir el sueño americano trabajando como empapeladores. Periódicamente se reúnen en círculos familiares, para discutir problemas que afectan a uno o a todos, por lo que a ninguno le es fácil olvidar sus responsabilidades con respecto a la familia. Y como acción de gracias, los jóvenes se reúnen antes de cenar a oír las historias que Sam cuenta, con detalles a menudo discutidos por su esposa Eva. Al margen del respeto por la familia, los miembros de las generaciones más jóvenes se muestran ansiosos de emprender nuevas ideas y se excitan ante el potencial ilimitado del futuro. El hijo de Sam, Jules, y su sobrino Izzy, americanizan sus nombres, fundan sus nuevas familias y emprenden un negocio juntos. Al principio solo venden televisores. Es el comienzo de la televisión y ésta alterará el futuro de sus familias al igual el del resto del mundo. Jules se traslada con su mujer Ann, su hijo Michael y sus padres a las afueras, lejos de Avalon, y él e Izzy empiezan a prosperar en su negocio. La familia está cambiando y con ellas algunas tradiciones aunque otras permanecen intactas. Algunos parientes se marchan o, simplemente les vuelven la cara. Pero el relato de la historia perdura y el linaje resiste.
Crítica
Puntuación del crítico: 7
Buen drama de Barry Levinson sobre la inmigración y la familia. Entretenida, bien contada y con buenas actuaciones, especialmente la de Armin Mueller-Stahl. La banda sonora de Randy Newman es muy buena y fue nominada al Oscar. Magnífico final.
Davis
Ficha de Película enviada por DAVIS el 20 de Marzo de 2005