Funciona gracias a la habitual pericia del director para no aburrir al personal y a la divertida pareja que forman Nick Nolte y Eddie Murphy (genial la escena del bar, cuando se hace pasar por policía).
Hasta no hace mucho tiempo, ésta era una de las películas que pasaban por televisión una y otra vez para rellenar tiempo... Y el caso es que no estaba mal. El argumento, sin ser una joya, mantiene su interés, Eddie Murphy está bastante divertido y hay tiros y acción por un tubo... Mucho mejor que algunos bodrios actuales.