Una de mis peliculas favoritas del maestro Fisher y de la Hammer, aunque ninguna de sus películas sobre el doctor Frankenstein (el genial Peter Cushing, por encima el bien y el mal) tiene desperdicio. En esta mola la doble personalidad de la revivida, con el cerebro de su novio que le obliga a matar a los aristócratas sin escrúpulos que lo enviaron a la guillotina. Por cierto, la guillotina es un elemento muy recurrente en el film, totalmente amenazadora en lo alto de la colina...