Obra maestra del género. Otro peliculón de Fred Zinnemann magníficamente escrito por Kenneth Ross y mejor dirigido por el cineasta británico. Mención aparte para Edward Fox, que compone uno de los mejores asesinos a sueldo que ha dado el celuloide: metódico, profesional, escurridizo, sin escrúpulos... se sale.
Y además es más creible desde el punto de vista histórico:los múltiples atentados con los que los comandos delta del OAS intentarón asesinar a De Gaulle.El ritmo trepidante y el mercenario inglés un tipo carismatico y elegante nada q ver con la burda interpretación de Willis.Un clásico imprescindible.