pelicula absolutamente deliciosa, imprescindible para los amantes del sufrimiento en las salas de cine, se desliza con la misma facilidad que un cuchillo caliente sobre un bloque de mantequilla, transcurre armoniosamente, sin exabruptos, recursos manidos y sin dejar el mejor resquicio a la esperanza, es absolutamente desoladora y descarnada pero a la vez trata la corrupcion de una familia y la indigencia con una dignidad y una decencia que la acaban convirtiendo en uno de los mas bellos Haikus plasticos que hayan salido de la tierra del sol naciente, y nos demuestra que hasta en los rincones mas olvidados de la sociedad, existe la poesia