Una obra maestra absoluta . Obra de un genio incomprendido . Lo atroz de su violencia , el simbolismo como práctica a la sublimación de mensajes que yuxtaponen la ejemplificación de la trama ( la inherencia retórica en la depreciación espiritual , humana , perdurable)bajo una narración sobria , no delimitada bajo efímeros . Culminación a la fotografía del director ( casi tan perfectista como en el dorado )y dos impresionantes interpretaciones : Ismael Merlo y Alfredo Mayo . más allá del funcionalismo emocional , la narración nos antepone la imposibilidad autocrítica a una catársis crónica y la supremacia a un evidente pesimismo comedido , no gratuito ( valga el litotes ). Con todo , un filme necesario , maestro , maduro . De los mejores del nuestro baladí cine patrio . Imprescindible .