Una de las mejores peliculas de Kieslowski. Sincera y honesta. Sin caer en el maniqueismo es una demoledora critica a la pena de muerte. Sin discursos, sin manipulaciones sentimentales, sin caer en el simplismo moral tipico en peliculas de tematica similar.
A Kieslowski le basta mostrar el hecho en si para que comprendamos el horror profundo del crimen, para el que no cabe disculpa ni excusa.
Una mencion especial a Zbigniew Preisner , la musica que acompaña la ultima escena y lleva hasta los titulos de credito es absolutamente conmovedora.