El primero no me aterrorizó, sólo me asustó. Un Buh! al salir el niño, y ya está. El segundo... qué miedo pasé! Ese comienzo de Kayako, impresionante para la poca calidad de visión (por decirlo de alguna manera) que tiene el corto. Que angustia! Muy buenos. Ahí demostró Takashi Shimizu que sabe hacer terror oriental, cosa que queda demostrada en sus "Ju-On’s"