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Sinopsis | Verano de 1947. Tras haber pasado su servicio militar en los marines, un joven aspirante a escritor, llamado Stingo, llega a Nueva York. Se refugia en Brooklyn, en una simpática casita, convertida en pensión de familia, que responde al extraño nombre de El Palacio Rosa. Stingo empieza a escribir su novela, pero su plácida y penosa soledad se ve turbada a los pocos minutos por los ruidos de una pareja haciendo el amor en la habitación de arriba. Stingo conocerá a estos amantes y quedará prendado por la amabilidad y simpatía de ambos. Ella, Sophie Zawistowska es una hermosa emigrante polaca católica. Él, Nathan Landau, un brillante intelectual judío. Poco a poco, Stingo se hace el mejor amigo de los dos amantes, iniciando así una curiosa relación triangular. El escritor va conociendo poco a poco a sus nuevos amigos. Sophie, hija de un ilustre profesor polaco antijudío fue enviada, pese a todo, por su condición de católica, al campo de concentración de Auschwitz. Desde la liberación, la muchacha ha vivido bajo el peso de la enorme culpa por haber sobrevivido al mortal campo, mientras toda la gente a la que quería ha desaparecido. Stingo se enamora románticamente de esta mujer acosada por su pasado. Pero ella está desesperadamente enamorada de Nathan, un hombre cuya exuberancia y cariño puede convertirse de pronto, de una forma irracional, en un algo amargo y amenazador. Nathan vive una falsa vida intelectual, inmerso en toda clase de libros y recortes sobre el holocausto. Cuando Stingo conoce ya todo el pasado secreto de Sophie y los dramas que vivió en el campo de concentración, estalla la tragedia. Los dos hombres han pedido en matrimonio a Sophie. Stingo con su enamorada inexperiencia y Nathan a punto de sufrir una grave crisis. La decisión será de Sophie, que impone el trágico desenlace...
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Crítica | Puntuación del crítico: 8 | Otra película sobre el holocausto judío, esta vez narrada desde las experiencias de una mujer polaca que sobrevivió a los campos de concentración. El mayor inconveniente de la cinta es su dilatado metraje (yo le recortaría 30 minutos fácil) que hace que pueda llegar a cansar. No obstante Pakula cuenta con un buen guión y con la estratosférica actuación de la señora Meryl Streep. Ésta se echa todo el peso de la cinta sobre sus hombros y da una lección insuperable de arte dramático. Sin dejar de mencionar tampoco al debutante Kevin Kline (borda su papel de esquizofrénico) y la gran fotografía de Almendros.
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Davis | |
Ficha de Película enviada por DAVIS el 9 de Enero de 2006 |
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