Destinada al público infantil y realizdad a la carrera con objeto de exprimir del todo la gallina de los huevos de oro, no se le puede pedir mucho a esta curiosidad
Y luego dicen que las secuelas son cosas de nuestros dias, jejeje. Triste secuela, con un aire claramente comico y deslucido por unos caricaturescos diseño de monstruos. El final no puede ser más torpe y acelerado, al igual que triste, eso si. Meramente anecdotica.
Engendro adocenado y oportunista , en su intento exclusivamente coyuntural de prorrogar el éxito del primer , y obra capital indiscutiblemente , Kong del 33 . Ejemplarmente autoparódica , en el contexto más inafortunado de la palabra .