Típico producto ochentero para adolescentes. Quizás una de las más célebres dentro de se género. La cinta, hortera, estereotipada (pretendiamente o no) y superficial, no es gran cosa, si obviamos la participación de esa gran dama de la escena que es Dee Wallace-Stone. El papel histérico no está a su altura, pero aquí demostró su vis cómica (aunque ya tuvo una memorable intervención en "10, la mujer perfecta") en un formidable enparejamiento con Fred Ward. El protagonista bastante activo por aquellos tiempos (apareció en "E.T.", "Carretera al infierno" o "Rebeldes") no tuvo demasiada relevancia posteriormente, al igual que Corey Haim, que tiene un breve papel interpretando a su hermano pequeño. Película pobre, grande Dee Wallace.