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Futuro con cuatro duros.
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| Sinopsis | El agente secreto Lemmy Caution viaja desde los Países Exteriores en su Ford Galaxy hasta la ciudad de Alphaville, con la misión de encontrar, y si se da el caso aniquilar, al profesor Von Braun, creador del Alpha 60, una máquina revolucionaria. La hija del profesor, Natacha Von Braum, guiará a Lemmy por la ciudad.
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| Crítica | 
Puntuación
del crítico: 9 |
Impresionante película de ciencia ficción, como dice el subtitulo, una extraña aventura futurista perpetrada por Jean-Luc Godard en su mejor etapa. En el futuro que nos plantea no hay ni grandes naves espaciales, ni sotisficados robots, ni revolucionarios efectos especiales, se basa en hacer ciencia ficción con los medios mínimos de los que disponían. Alphaville es una gran metrópolis no muy diferente a cualquier ciudad francesa en los 60, los habitantes van vestidos como en la época, los coches son de la época, los edificios, han elegido los más contemporáneos, pero también de la época... lo grande es que con la atmósfera conseguida por el montaje de planos y con el fascinante guión de Godard, la cosa da el pego.
La historia y su trasfondo es otro de los aciertos de la película. Lemmy Caution se encuentra con una ciudad triste y gris, dónde una voz parece que lo controla todo, la de Alpha 60 (quizás un antecedente del HAL 9000). Sus ciudadanos se comportan como robots, de forma automática, no conocen el significado de la palabra "conciencia" ni tienen curiosidad por nada, dicen "no" cuando en el fondo quieren decir "sí", y un libro llamado la Biblia es su refugio cuando no entienden algo. Mostrar tus verdaderos sentimientos o pensar contra el sistema se castiga con la muerte (vaya fusilamiento, me encanta), llorar es delito. Una sociedad con tendencia al suicidio, muy deprimente, dónde a menudo han de tomar tranquilizantes y demás pastillas para mantener la cordura. Y tras la máquina, un "científico loco" que juega a ser Dios.
Todo esto bañado con diálogos y juegos propios de la nouvelle vague. Cuando cuatro policías están a punto de detener a Lemmy, Natacha se pone a contar un chiste entre los hombres. Solo a Godard se le puede ocurrir romper la coherencia de la escena de esa manera.
La fotografía y el manejo de la cámara son excelentes, entretenidos planos secuencia, otros en cambio fijos dejando que la acción haga el resto, blanco y negro de cómic, incluso los propios actores juegan con las luces de la escena... Un gran trabajo por parte de Raoul Coutard.
La música también juega un papel curioso, cómo un intrigante tema de Paul Misraki da tensión o te la esperas en escenas que aparentemente no la tienen, por ejemplo al principio. Lo que sea para crear culto del bueno.
Eddie Constantine borda el papel de detective Bogarístico y Anna Karina, dios, es perfecta. Akim Tamiroff sale menos de lo esperado, pero en un papelón. Y atención al cortísimo cameo de Jean-Pierre Léaud.
Un hito en la ciencia ficción, con elementos que recuerdan y pueden haber inspirado a posteriores grandes películas del género, como 2001, Brazil o Blade Runner.
Yo estoy bien, gracias.
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nadsat | | |
Ficha de Película enviada por raccordboy el 11 de Abril de 2006 |
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