La película se mueve en el mismo campo que cualquier telefilm de sobremesa: actores corrientes y típicos de productos para televisión, desarrollo tópico, pequeñas sorpresas de guion, situaciones de poca credibilidad, etc. Aun así, resulta bastante aceptable, ya que la historia engancha (sobretodo a partir de la primera media hora, que resulta bastante aburrida y "sin garra").