No tiene nada de especial, pero entretiene. Si acaso lo más interesante es que al Idi Amin no lo pongan como un monstruo, y que el retrato que se hace de él a veces sea hasta simpático (el final de la peli, cuando pone que nunca se supo si murió tal y como lo había visto en su sueño).
Forest Whitaker sobreactúa un poco, pero decir que el otro está mejor que él me parece una auténtica barbaridad.