Los Comulgantes ... A GRITOS
Valoración de los ciudadanos: 10.00 puntos
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Hay 1 gritos en total
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Waster
desde Madrid
, España
-- Domingo, 16 de Septiembre de 2007 a las 23:18.
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.213.37.53.95 |
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Saltándome el rollo sobre el agnosticismo-ateísmo latente en la película y sobre el rechazo de un hipotético Dios por el hombre (mientras que en otras pelis de Bergman se ve cómo el hombre se siente rechazado por el supuesto Dios), bla, bla, bla, sólo quisiera señalar dos escenas. Tremendas, desasosegantes, brutales, que justifican la nota que le pongo a la película. Uno es el monólogo del sacerdote ante Jonas, al que utiliza como espejo de sus tortuosas y perturbadoras reflexiones, a la vez que provoca que este (que había acudido buscando ayuda) mire a los ojos al abismo, sin poder soportarlo. La otra: la hiriente declaración de desprecio que le hace el sacerdote a Marta (en la que late, también, el autodesprecio, el odio a sí mismo por buscar en ella una fotocopia de su mujer). La película es perfecta, el final circular concluye todas las reflexiones y los caminos que han tomado los personajes de manera redonda y sin fisuras. Pero esas dos escenas comentadas son de las que te persiguen en sueños. O en pesadillas.
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