Dos vaqueros unidos por una estrecha amistad planean atracar un banco para huir de su mísera existencia. En un viaje a ninguna parte, serán perseguidos por un grupo de cazarecompensas.
Crítica
Puntuación del crítico: 8
Sorpresiva incursión de Blake Edwards en el western en la que mezcla sin rubor una historia a lo Peckinpah con un título de consumo como “Dos hombres y un destino”. El resultado es un peliculón, que tiene mucho más de lo que se dijo de su director, tradicionalmente relacionado a la comedia. Es una película de tiempos muertos, lírica y emotiva. La escena de la doma del caballo con el magistral uso del ralentí es buena muestra de ello. Tiene varias escenas marca de la casa, y no solo las cómicas sino también las más melancólicas, como el diálogo sobre la vida y la muerte. Porque Ross (grandioso William Holden) y Frank (insoportable Ryan O’Neal) saben que para ellos no existe final feliz y vagan cual perdedores por un escenario caduco. Pese a su típico carácter crepuscular (muy de la época), logra dejar muy buen sabor de boca. Ojo a la partitura de Jerry Goldsmith, en su única colaboración con Blake Edwards.
Michael Cimino y su notable debut con "Un botín de 500.000 dólares" se parece sospechosamente a este film.
Por Myers
Ficha de Película enviada por Myers el 20 de Julio de 2007